Los últimos dos días China atravesó una oleada de protestas históricas en varios puntos del país, organizadas por los ciudadanos contra las restricciones sanitarias. Con presencia policial intensa y censura mediante, el Gobierno chino intenta evitar nuevas concentraciones.
China implementa una política de "Covid cero", vigente desde hace casi tres años. El problema es que los nuevos brotes de Covid continúan, y así el confinamiento se torna perpétuo para sus habitantes.
El Gobierno chino justifica su estricta política sanitaria bajo el argumento de una "limitada corbertura de vacunación de las personas mayores". Según indica la Comisión Nacional de Salud china, el 66% de los habitantes de más de 80 años tienen las dosis al día. Por ello, este martes se anunció que la campaña de vacunación se acelerará para este sector de la población.
La política del "Covid cero" se materializó en los últimos tres años en confinamientos interminables, cuarentenas a la llegada del extranjero y tests casi diarios para la población. Esto significa un sinfín de restricciones y de lentitud en muchos ámbitos de trabajo y de la vida social de los chinos.
China: intensas protestas en la mayor planta de fabricación de I Phone
La ira popular se expresó en manifestaciones durante este fin de semana, siendo las más extensas desde el movimiento prodemocracia de 1989, e incluye la frustración de muchos ante el sistema político chino. Algunas personas pidieron la renuncia del presidente Xi Jinping, quien fue recientemente elegido por el Partido Comunista para dirigir su tercer mandato.
Los elementos desencadenante fueron principalmente las protestas en la fábrica de iPhone más grande del país y un incendio que dejó varias muertes en Urumqi, capital de la región de Xinjiang (noroeste). En la fábrica se demandaron mejores condiciones de trabajo y, en cuanto al incendio, la labor de los bomberos se habría visto entorpecido por la normativa sanitaria.
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Tras las protestas del fin de semana, estaban previstas más manifestaciones en varias ciudades para la noche del lunes, que no tuvieron lugar debido a una fuerte presencia policial, constataron periodistas de AFP en Beijing y Shanghai.
En Shanghai, cerca del sitio donde se realizaron las protestas el fin de semana, los propietarios de los bares dijeron que recibieron órdenes de cerrar a las 22 bajo el motivo de "control de la epidemia".
Los grupos de policías se ubicaron en las salidas de las estaciones de subte. Los agentes detuvieron a cuatro personas y luego liberaron a una, y un reportero contó 12 vehículos policiales en 100 metros a lo largo de la calle donde se concentraron las protestas del domingo.
Blank sheets of paper have become an iconic item during China Covid protests
— BBC News (World) (@BBCWorld) November 28, 2022
Many are now referring to the movement as the "white paper revolution" or the "A4 revolution"
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Las autoridades de Beijing impidieron nuevas concentraciones con un imponente despliegue policial de autos y efectivos a pie.
Sin embargo, hubo algunas manifestaciones en otros lugares. En Hong Kong, decenas de estudiantes se congregaron para honrar a las victimas del incendio de Urumqi. "No desvíen la mirada, no olviden", coreaban los manifestantes. Centenares de ellos llevaban una hoja A4 en blanco que simboliza, según sus palabras, "todo lo que queremos decir, pero no podemos".
En Hangzhou, unos 170 kilómetros al suroeste de Shanghai, hubo protestas esporádicas y seguridad estricta en el centro de la ciudad, según imágenes divulgadas por redes sociales.
El gobierno chino persistirá en su política de "Covid cero", pero hay señales de que las autoridades locales buscan relativizar algunas reglas para contener las movilizaciones.
En Urumqi una autoridad dijo que la ciudad pagaría 300 yuanes (42 dólares) a cada persona "de ingresos bajos o sin ingresos" y anunció una moratoria de cinco meses en el alquiler para algunas familias.
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