"Soy un pordiosero de la realidad, un adicto a las personas"

Patricio Abadi conserva la sonrisa de niño terrible desborda energía y recorre un camino creativo que podría parecer caótico pero tiene un claro objetivo. Actor, director y autor, Pablo despliega su esencia en su obra Antihéroe Off durante sus últimas semanas en Buenos Aires.

Su interpretación sobre el escenario es cautivante pero su creatividad se expande en el texto, una combinación que sumerge al espectador sin oponer resistencia a vivir una historia de su pluma. Convertido en un antihéroe, es anfitrión de una serie de personajes que no pueden ser menos que protagonistas convocados por la historia de Remo, un padre dispuesto a todo para quebrar la distancia física que lo separa de su hijo.

Infonews charló con Patricio Abadi para conocer un poco más del mundo creativo de este licenciado en comunicación y egresado del Conservatorio en la carrera de Dramaturgia, que es sin duda parte de la renovación teatral.

Infonews: -Como espectadora no puedo evitar preguntar si lograste viajar al encuentro de tu hijo.

Patricio Abadi: -Me lo preguntan mucho y hasta han querido dejarme plata pensando que la historia era una situación real. Yo trabajo todo el tiempo con una zona mixturada entre lo que es la ficción y la realidad, trabajo el concepto de biografía autoficcionada.

Info:  -¿Y cómo resulta esa mezcla?

PA: -Produce un poco de desconcierto y ambigüedad . Es un poco la idea hacer ese juego y generar esa pregunta hacia el final. Fue pensado junto a la directora Paula Marron dejar este final abierto. 

Info: -¿La parte de verdad en Antihéroe tiene que ver con tu paternidad?

PA: -Soy padre de Franco, de 9 años ,y esa obra la escribí cuando él tenía 3. Fue el primer verano que pasamos separados cuando recién nos habíamos separados con su mamá. Capitalicé por primera vez esa situación de la distancia y me dio la posibilidad de ficcionar algo que realmente conozco: el amor hacia un hijo y cómo eso modifica toda la partitura afectiva que tenemos los adultos.

Info: -¿Te resulta cómodo trabajar con situaciones de tu vida personal?

PA: -A veces escribo sobre lo que necesito entender: es un impulso en el que siento que puedo compartir algo más genuino con el espectador. Cuando hablo de algo que me interpela, aunque no tenga las respuestas, eso me resulta más orgánico que ir a buscar temáticas lejanas.

Info: -¿Escribir es tu ejercicio terapéutico?

PA: -Sí, tiene una especie de resultado terapéutico aunque no siempre efectivo (risas).  Se me antepone el oficio de escribir es inherente a mi persona, no me planteo sentarme a escribir algo para trabajarlo psicologicamente. Viene antes el texto que la comprención. Es una maquinaria microscópica que viene de la mano, la vida y el arte, despues uno toma distancia para poder estetizarlo y darle la forma final a ese hurancan de preguntas, emociones o contradicciones.

Info: -Sos de los que llevan un diario.

PA: -Es una combinación. Ahora que estoy prerando un viaje de trabajo, me voy a España con Antihéroe Off y a dar workshop de dramaturgia en Madrid para luego con Mauricio Dayub y El Equilibrista ir a Tel Aviv. El viaje me esta llevando a profesionalizar mi escritura con horarios, mi tendencia es ir por la calle y si se me vino una idea sentarme en el umbral de alguna puerta a escribirla. Es una combinación, por ahí estoy escuchando música y surge una palabra o una melodía, o veo una situación en la calle que me hizo gracia o de repente tengo ciertas sensaciones intimas de conflicto ir a un drama todo el tiempo trabajo con la realidad. Soy un pordiosero de la realidad, voy recogiendo historias, soy un adicto a las personas.

Info: -En Antihéroe Off el texto es muy rico, pero también hay una gran intensidad de entrega física.

El personaje está dispuesto a dar todo por su objetivo y eso tiene un rebote desde lo físico. Mi objetivo es que la gente se meta en el periplo con el personaje, al ser un unipersonal si el público no está en ese viaje con vos te sentis muy solo.

Después de muchos años de trabajo me pone muy contento tener la posibilidad de que la dramaturgia argentina pueda ir entrando en diferentes circuitos.

En el unipersonal irrumpen varios personajes que emocionan o provocan carcajadas. Un extraño profesor de teatro; Trompa de Falopio; Chúker, el poeta edulcorado, y hasta un desopilante Hamlet estilo Rocky Balboa. ¿Cómo nacieron esos personajes que te acompañan?

PA: -Por ejemplo Sergio Canoa Quebrada, el profesor de teatro que enseña a hacer de malo, nació en un cuento de un taller de teatro que hice cuando tenia 20 años. Algunos preexistían pero no en teatro. Es ahí cuando se junta la cabeza del narrador, el actor y el dramaturgo. 

Info: -¿Cómo sigue tu camino?

PA: -Estoy enfocado en atravesar otras fronteras con mi dramaturgia y ver si estos mundos que nacieron en mi cabeza y en mi pluma pueden seguir nutriendo escenas de otros lugares para seguir generando teatro. Soy en esencia un teatrista busco poder hacer convivir lo profesional con lo artesanal.

Info: -¿Eras un chico terrible?

PA: -Sí, era bueno, un terrible con buen corazón pero muy indomable, era un quilombero.

Info: -Y el teatro te ayudó...

PA: -Sí, lo recomiendo, el arte es una carta abierta.  No hay que creerse tanto cuando a uno lo ponderan ni al contrario cuándo alguién a quien quizas admirás te hace sentir que no podés.

Antihéroe Off:  últimos sábados, 26 de marzo y 3 de abril a las 20h. en la sala No Avestruz en Humboldt 1857. Dato: si le escribís al Instagram de @PatricioAbadiok tenés 2x1.