ECONOMÍA

El campo que envenena no para de tirar agrotóxicos pero igualmente sufre plagas

El maíz está en jaque por la plaga de “chicharritas”, un insecto que reduce la proyección de producción en 6,5 millones de toneladas. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario redujo la estimación de la actual campaña a 50,5 millones de toneladas, muy lejos del volumen récord de 59 millones previsto hace solo dos meses por la misma entidad.

La cosecha de maíz se encuentra “en jaque” por la afectación de la plaga de “chicharritas”, un insecto que transmite una bacteria llamada Spiroplasma que produce una enfermedad conocida como ‘achaparramiento’ que impacta en los rindes del cultivo.

Los efectos de esta plaga son la principal explicación del fuerte recorte realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario en la estimación de producción de la actual campaña. 

Con este fuerte ajuste en la proyección de la cosecha de maíz, la producción prevista queda muy lejos del volumen récord de 59 millones de toneladas previsto hace solo dos meses por la misma entidad.

Más allá de este recorte, la actual estimación se ubica dentro de los números de las últimas cinco campañas, cuando se ubicó por encima de 50 millones de toneladas, a excepción del año pasado cuando resultó fuertemente afectada por la sequía, que dejó una producción de apenas 36 millones de toneladas.

“Es la primera vez desde que se efectúan estimaciones que se observa un daño tan importante por un factor no climático”, advirtió la BCR en su informe mensual.

La entidad bursátil. Además, comparó lo que sucedió el año pasado en plena época de seca y con fuertes olas de calor, donde los recortes se ubicaban en torno a 3 millones de toneladas mensuales.

”El impacto que está teniendo la expansión territorial de esta plaga y la enfermedad que transmite duplica ese tonelaje y no es factible evaluar hasta cuánto puede terminar restándole al ciclo maicero 2023/24”, sostuvo la BCR. 

Los técnicos de la entidad bursátil rosarina observaron que “el fenómeno sigue expandiéndose y evolucionando, exhibiendo fuertes síntomas en áreas lejanas de las zonas endémicas; tal el caso del centro del país. Esta enfermedad ha puesto a la producción de maíz en jaque, ya que Argentina pasó a sembrar en forma tardía el 65% del área total cultivada debido a los problemas de falta de agua”.

Bajo este panorama, la entidad estimó una cosecha de 50,5 millones, a partir de un rinde promedio nacional de 70,4 quintales por hectárea (qq/ha), unos 6,5 qq/ha menos que el mes pasado y 225.000 hectáreas que se restan del área destinada a la cosecha del grano debido al efecto de la enfermedad. 

“Con este número, la cosecha 2023/24 estaría en el quinto lugar entre las mejores producciones de maíz de Argentina, superando en 14,5 millones de toneladas por encima del malogrado ciclo anterior”, remarcó el trabajo.

Provincia por provincia

Según el trabajo de la BCR, Chaco será “probablemente” la provincia más afectada por esta plaga, ya que “hasta hace un mes allí se esperaban buenos resultados” y “más allá de los reiterados controles (hasta cinco aplicaciones) y la puesta en práctica de todos los protocolos habituales que se realizan para minimizar el impacto de la plaga, que suele estar en el orden del 5% de daño como mucho, en este año el daño se disparó”. 

“Hay localidades puntuales, como Gancedo, dónde se está dando por perdida entre el 50 al 70% del área sembrada. De lo que se está cosechando en forma adelantada, porque las cañas se quiebran y las mazorcas caen, los rindes oscilan entre 25 y 35 qq/ha, siendo en muchos casos lotes de alta tecnología. Es un escenario provincial sumamente crítico, donde se están estimando algo más de 100.000 ha perdidas y un rinde de promedio 33 qq/ha”, indicó la Bolsa rosarina.

La situación es un poco mejor en Santiago del Estero, aunque marcaron que de todas maneras “es grave”, porque hay “lotes muy afectados en general y expectativas de rindes que van de 20 a 60 qq/ha. 

A esto se sumó que los mejores lotes están “cayéndose” por lo que se va a adelantar la trilla y cosechar en húmedo en algunos campos. En estos momentos, se espera “una importante pérdida de área y un rinde provincial de 42 qq/ha”.

También hay daños de importancia en el centro y norte de Córdoba Santa Fe, áreas que “un mes atrás se consideraban con posibilidades de muy buenos rindes”. 

“En la presente estimación se está tomando en cuenta un nivel de daño en esas áreas que descuenta 10 qq/ha al área conjunta del temprano con el tardío. Sin embargo, ingenieros y productores señalan que, aun dependiendo de la fecha de siembra, del híbrido y del número de aplicaciones, en general más del 70% de los cuadros están afectados y muestran graves síntomas. La situación empeora semana a semana y los niveles de daños oscilan fuertemente entre 50 y 70%”, alertó el trabajo. 

Así, en Córdoba los primeros ajustes por la plaga desbaratan las expectativas que había de superar los 20 millones de toneladas y restan casi 2,7 millones de la previsión inicial, con una caída del rinde provincial de 9,7 qq/ha.

En Santa Fe, la reducción se estima en más de medio millón de toneladas, pero los buenos resultados de la cosecha del temprano en el sur Santa Fe están conteniendo contienen el daño productivo en 460.000 toneladas.



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