Arcoiris, el nombre que se le dio a la niña para no exponer su identidad, vive actualmente junto a su madre en CABA, quien está bajo detención domiciliaria. Las salidas de la niña son acompañadas por su abuelo materno. ¿Por qué es su mamá la detenida y no su abuelo paterno —José Vergara, su abusador—, o su padre, en calidad de entregador, de facilitador del vínculo?
"José Vergara es Jefe de Despacho de la Secretaría de Justicia de La Rioja y amigo de Ana Karina Becerra, jueza del Tribunal Superior de Justicia y sobrina del gobernador Ricardo Quintela", afirmó en su momento Giselle Videla, abogada e integrante de Justicia por Arcoiris. Ese dato nos puede dar una buena pista a la hora de leer los movimientos de la Justicia, y el desencadenante de esta historia.
Según el Ministerio Público Fiscal de La Rioja se radicaron 29 denuncias cruzadas por parte de los progenitores, que van desde el abuso sexual y el impedimento de contacto hasta actos de desobediencia y lesiones leves. En relación a las dos denuncias sobre abuso sexual contra el abuelo paterno de la niña, realizadas en 2018, la jueza Jésica Díaz Marano, titular del Juzgado Instrucción de Violencia de Género y Protección Integral de Menores N°1, definió el sobreseímiento de José Vergara a partir de las declaraciones de la niña en Cámara Gesell, el informe del laboratorio genético (ADN), y el protocolo de ASI (Abuso Sexual Infantil), que determinaron que no existió abuso en contra de la menor; a pesar de que la niña lo sostiene desde los 2 años de edad y una psicóloga lo respaldó a raíz de haber detectado conductas extrañas y de evitación en Arcoiris. No se ordenaron pericias al hombre denunciado.
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El papá, Matías Vergara, también fue denunciado por violencia de género. La madre contó que, a raíz de las denuncias por abuso sexual, el papá la denunció a su vez por impedimento de contacto, amparándose en el síndrome de alienación parental; que consiste en que uno de los progenitores convence al hije de hechos que no sucedieron, para poder arrebatarle la custodia al otro. Se supo que en ese ida y vuelta de denuncias, Vergara arrancó a su hija de los brazos de su abuela materna y la atropelló, para luego huir.
En la actualidad Matías Vergara no tiene causas en su contra y Delfina Zarranz es investigada en 7 causas por desobediencia a la autoridad, presuntas lesiones leves contra su hija e impedimento de contacto, sobre todo en lo que respecta a la revinculación con su hija.
Zarranz es acompañada por organizaciones feministas, la ANDHES, el CELS, la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes, y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación. Gracias a ese apoyo, las dos pudieron quedarse en CABA lejos del agresor, pese a que la Justicia riojana, siempre en defensa de José Vergara, haya emitido una orden de captura contra su madre, dado que permanece en una jurisdicción distinta a aquella en la que tiene causas abiertas.
"Estamos exigiendo que se deje de criminalizar a Delfina en su carácter de mujer y su rol de madre protectora, sobre todo cuando tenemos en cuenta las vinculaciones de carácter político y judicial por parte del abuelo paterno", dijo también la defensora Videla.
En este sentido, esta misma mañana se pidió la excarcelación de Delfina Zarranz.
¿Qué pasa que la Justicia deja que la revictimización se profundice? ¿Qué pasa que la que está privada de su libertad es quien la protege? ¿Qué pasa que Matías y José Vergara gozan de libertad cuando múltiples especialistas, organizaciones feministas y de derechos humanos e instituciones gubernamentales respaldan a Arcoiris y confirman que el abuso sexual sí existió?
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