Por Daniel Castelo
La Cuba de Fito Páez: gloria, devoción mutua y el lado oscuro de la revolución
El músico es protagonista del documental "La Habana de Fito", en el que cuenta cómo fue la explosión de su éxito en la isla y también su postura crítica a más de 60 años de la revolución.
29 de abril de 2024 - 19:29
En abril de 2023 un acto de censura del gobierno de Cuba traspasó las fronteras y se transformó en símbolo. Se trata de la prohibición que surfió el documental "La Habana de Fito", de Juan Pin Villar. El realizador cubano redondeó hace un par de años un film con el músico rosarino como protagonista excluyente. En él, Fito desgrana lo que fue su debut en la isla, su posterior consagración, su sorpresa ante el fenómeno con su figura y, más tarde, su desilución para con la revolución de Fidel y Raúl Castro.
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El film, producido en Cuba, centra la participación de Fito en sus testimonios actuales sobre su Páez de décadas atrás, cuando la fascinación con la tierra prometida del socialismo latinoamericano lo colocó como embajador del rock argentino en la isla.
A Fito lo conocieron como a pocos músicos de Argentina en la Cuba de Fidel. Su presencia se hizo corriente para quienes lo habían descubierto desgarbado, a bordo de los últimos estertores de los 80s, y lo adoptaron para siempre cuando cruzó la frontera con aires más pop y el perfil bien en alto.
A lo largo del documental Fito recuerda sus encuentros con el propio Fidel y también con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y otros íconos de la música cubana revolucionaria.
Asimismo, el avance de la conversación con el director en una terraza habanera lleva la línea narrativa al terreno de la crítica política y la revisión histórica.
Ese es el Páez que, en plena travesía por su etapa del amor después del amor por la revolución de 1959, hoy incomoda a la historia oficial de Cuba y generó que el documental fuera prohibido por el Gobierno.
El dato de color es que las críticas que el músico derrama parecen tener su punto de partida conceptual en una escena de tono detectivesco que el rosarino vivió en una noche de luna llena. Una noche de revelaciones, de chispazo de crítica que se desarrolló en la cabeza del artista, algo similar a lo que sucedió con otros referentes de la cultura alguna vez relacionada con la izquierda de esta parte del mundo.
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En paralelo a las imágenes de archivo de conciertos y entrevistas, en cruce con las posturas de ayer y hoy de Rodolfo Páez, los testimonios involucran también la presencia de un fanático canónino y del análisis sociológico en torno a la idolatría que se siente en ese país del Caribe sobre la figura del autor de Del 63.
Una revolución (otra), que tampoco veremos por televisión y que, allá, en Cuba, tampoco verán en pantalla grande.