El 75º Festival de Cine de Cannes comenzó el pasado domingo 22 de mayo con la aparición del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, en un mensaje de video durante la noche de apertura, en lo que fue un discurso sobre la importancia de hacer películas en medio de la guerra.
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Quien no se quedó callado ante la aparición estelar de Zelenski en el siempre candente festival francés fue Jean-Luc Godard, que no conforme con haber partido en dos al cine universal en los años 60s, sigue clavando su aguijón de trinchera a sus 91 años.
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"La intervención de Zelenski en el festival de Cannes es evidente si se mira desde el ángulo de lo que se llama 'puesta en escena': un mal actor, un comediante profesional, bajo la mirada de otros profesionales en sus propias profesiones", comenzó diciendo el paradigma de la Nouvelle Vague.
"Fue necesaria la puesta en escena de otra guerra mundial y la amenaza de otra catástrofe para que supiéramos que Cannes es una herramienta de propaganda como cualquier otra", disparó el realizador franco-suizo.
Sobre ello, puntualizó que la aparición de Zelenski "propaga la estética occidental", aunque también señaló que darse cuenta de eso "no es gran cosa".
"Ahora imaginemos que la guerra misma es esa estética desplegada durante un festival mundial, cuyos actores son los estados en conflicto, o más bien ´en intereses´, difundiendo representaciones de las que todos somos espectadores", continuó.
"Escuché que a menudo decimos “conflicto de intereses”, lo cual es una tautología. No hay conflicto, grande o pequeño, a menos que haya interés. Brutus, Neron, Biden o Putin, Constantinopla, Irak o Ucrania... no ha cambiado mucho, aparte del asesinato en masa”, completó, certero y al hueso.
