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Obsesiones que perturban: "Entre las sogas", de Ana Lanfranconi

El primer libro de una promesa literaria puede encauzar o entorpecer los próximos, y esta autora está preparada para todo. Sembrar inquietud por doquier parece ser su verdadero objetivo. Así lo hace saber en sus relatos, donde el suspenso y lo más sombrío de las personas dominan la historia.

Ana Lanfranconi es la autora de los 16 relatos que dan vida a Entre las sogas, editado por Paradiso Ediciones, en los que se conjugan lo más siniestro de la psicología humana y las obsesiones de personajes que orquestan unos desenlaces que, de seguro, no son los que uno espera. Animada a seguir en la escritura por el mismísimo Ricardo Piglia, encaminó su imaginación hasta transmutarla en lo que hoy es su primer libro publicado.

Psicoanalista de profesión y escritora por devoción, Lanfranconi ejerce su escritura con un estilo marcado por la economía de palabras. Sus historias apuntan directo a los nervios del lector, sin precisar florituras ni parafernalia.

La fórmula se ve venir ya con Entre las sogas, el cuento que abre y le da el título al libro: un carnicero maquina un macabro plan para deshacerse del perro de su vecina, solo porque le molestan sus ladridos. En esa trama la obsesión se instala y permanece a través de todas las historias que le siguen. Lo que se percibe como un leve olor a pútrido, como cuando uno se va acercando a una fruta en descomposición, culmina con un remate que inyecta una buena dosis de adrenalina; esa es la fórmula.

Los pensamientos y acciones de los personajes se desarrollan en secuencias perturbadoras entre las que se asoma a veces un matiz sobrenatural, como en Sonámbulo. ¿Cómo un sueño puede desatar una tragedia sin vuelta atrás? El protagonista sonámbulo parece valerse de un tercer ojo que todo lo ve.

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Hay muchas cartas en juego: en El camino hacia la luz se aborda el estigma que sufren las personas con discapacidad, con esta idea tan común de creer que les falta algo, cuando actualmente el paradigma dice que la discapacidad es generada por las barreras de accesibilidad. El escalofriante final de este relato da cuenta de lo terrorífico que se puede volver una entrega sin medidas, impulsada por el amor tal como lo creemos conocer.

El área estéril inicia con un hombre que comienza su nuevo trabajo en la zona estéril del laboratorio. Allí germina una preocupación excesiva por las posibles enfermedades que derivasen de la contaminación. Y, tal como sucede en el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), dedica el mayor tiempo de su vida a la limpieza.

La infidelidad es otra de las variantes que se repiten, junto con secretos que literalmente se llevan a la tumba, como en La mujer y la caja La fiesta y el muerto.

Los Gunter muestra un pueblo, en apariencia extraño, donde todos sus habitantes ven una realidad distorsionada, ¿o acaso la nuestra lo es?

Otros condimentos que dan gusto al libro son los chismes de un vecindario, familias disfuncionales y padecimientos físicos.

Lanfranconi también utiliza el tiempo como factor crucial: tres de las historias están situadas en los siglos XIX y XX y se enmarcan en los principios de esas épocas; El sol ya no brilla, SonámbuloEl último nóumeno. Este último es el cuento con que Entre las sogas se despide.

El último nóumeno aborda la obsesión demencial y exasperante de un médico apasionado por la filosofía y que organiza en su hogar frecuentes reuniones de investigadores, científicos y metafísicos. Tiene una característica especial: las escenas están construidas desde el punto de vista del médico Filippo Gaspari, sus dos hijos y su esposa. Esta técnica en el armado de la historia la enriquece y complejiza, revelando los porqués de las motivaciones de cada personaje.

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Todo gira en torno a Filippo y sus obsesiones. La casa está animada cuando él encuentra un nuevo interés, y sombría cuando sus experimentos y, por ende, las teorías en que vuelca sus creencias, fracasan. Todo empieza a torcerse cuando Kant —sí, Immanuel Kant, aquel filósofo que sentó las bases del criticismo— muere. Allí la metafísica hace de puente entre la ciencia y la religión, que representa al matrimonio de Filippo. Tras la simbólica pérdida, el médico se aventura en búsqueda de la comprobabilidad de la existencia del alma. Enfrascar una muestra de cualquier alma es el capricho que lo moviliza a pasar cada vez más tiempo entre cadáveres.

Y es así como el primer libro de esta escritora se lleva todas las miradas y allana el camino para una carrera aún más prometedora. Dato nerd: el prólogo es de Guillermo Saccomanno, quien fue jurado en el X Premios Mujica Láinez en el 2016, cuando Lanfranconi ganó el primer puesto con Entre las sogas (el cuento), seleccionado entre 762 participantes.



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