La ciudad de Rosario vive sus horas más violentas, en medio de una fuerte escalada de crímenes perpetrados por bandas narcos, la complicidad policial, judicial y la ineficacia del Gobierno nacional, que en palabras del presidente Javier Milei, culpa “al kirchnernismo y el socialismo” por “haberle entregado la ciudad a la delincuencia”.
El último asesinato cometido fue el del Bruno Bussanich, un playero ultimado por un sicario, y previo a ello, asesinaron a dos taxistas y un colectivero. Es decir, personas que nada tenían que ver con las bandas narco, lo cual habla de una preocupante ampliación de los ataques a la población.
Violencia en Rosario: el Gobierno constituyó una Junta Operativa
Tras los asesinatos, balearon este domingo la Oficina de Recepción de Detenidos, una prisión llamada “Order”, donde dejaron mensajes amenazantes contraTania Beatriz Rostro, líder de una banda narco de zona norte, y quien además se encuentra condenada por narcotráfico y asociación ilícita.
Asimismo, en la nota también se dirigieron a Érica Mansilla, también en prisión, acusada de asociación ilícita, cuyo jefe es Pablo Nicolás Camino, detenido en el penal de Rawson.
Asesinatos en Rosario: detuvieron a 20 sospechosos
Mientras tanto, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y de Defensa, Luis Petri, viajaron a Rosario este lunes, luego de que a fines de la semana pasada crearan un Comité de Crisis mediante el cual las fuerzas federales darán asistencia a la provincia de Santa Fe en la lucha contra el narcotráfico.