Desde Rusia aseguraron que no se va a pedir a Estados Unidos y a Europa que levanten las sanciones económicas impuestas por Occidente tras la operación militar en Ucrania, al tiempo que destacaron que tampoco modificará el rumbo de Moscú la presión ejercida principalmente por Joe Biden, la OTAN y la UE.
Así lo declaró el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Vershinin: "No vamos a pedir que suspendan las sanciones, simplemente seguiremos desarrollando nuestra economía y nuestra capacidad de desarrollarnos independientemente, contando solo con el apoyo de nuestros amigos y partidarios".
En declaraciones al periódico ruso Izvestia, Vershinin señaló que las sanciones no fue una decisión de Rusia. "Las impusieron los países satélites de Estados Unidos para presionar a Rusia, para poner nuestra economía en una situación difícil y castigar a Moscú por sus decisiones políticas soberanas… Estas sanciones, como instrumento de presión, son ilegítimas y no aportarán resultado", remarcó.