El actor Robert Patrick llegó a la Argentina para ser parte de la Comic Con, allí brindo una de las charlas más esperadas. Recordó cómo se convirtió en el emblemático T-1000, el malvado androide que enfretó a Schwarzenegger en Terminator 2.
A sus 63 años el artista norteamericano se encontró con el cálido público argentino en el main stage de la convención de comics que se realizó durante el fin de semana en Costa Salguero, pero también se tomó su tiempo para disfrutar de la gastronomía local.
Al subir al escenario Patrick tuvo el detalle de felicitar a la cantante Guadalupe Stivala que lo precedió en la presentación y eso ya fue muestra de la buena onda con la que llegó para responder preguntas. Agradeció la cálida bienvenida que le brindó el público de nuestro país y contó que durante su caminata por la ciudad descubrió que la carne y los bifes son fantásticos.
Patrick que nació en Georgia ubicada al sureste de Estados Unidos en 1958, hizo un repaso por sus comienzos en la actuación: "Crecí jugando a los cowboys y mirando TV, y mi primer papel fue hacer de Peter Pan cuando estaba en tercer grado", contó entre risas.
Si bien esta experiencia le gustó, fue el día que compartía una película con su padre sobre la historia de un niño huérfano que debe llegar solo a Sudáfrica mientras vive varias aventuras lo que le hizo preguntarse cómo podía hacer para estar en una película.
Desde el principio supo que tendría que hacer un gran esfuerzo para llegar a Hollywood. Reconoció que en sus primeros pasos tuvo mucho miedo a que le dijeran que no servía o que su talento no fuera suficiente para convertirse en actor.
"Fui muy afortunado al comenzar con un par de obras y luego trabajar con Roger Corman, mi primera película fue en Los Ángeles y luego filmé con él en Filipinas". Y agregó: "Con ese primer dinero conseguí un representante y tuve la primera audición para Duro de Matar", papel que consiguió y le dio la posibilidad de trabajar con Bruce Willis.
Ese trabajo en el que pasó de producciones de bajo presupuesto a una producción con artistas muy talentoso dijo: "Me hizo sentir que estaba en el camino que algo había hecho bien".
Con el dinero que ganó le compró un anillo de compromiso a su novia. Luego llegaría su gran oportunidad con Terminator 2. "Ese papel cambió mi vida, fue desafiante, muy exigente también a nivel físico. Tuve que entrenarme, había muchas variables que controlar, la actuación, los efectos especiales, las acrobacias pero allí aprendi cómo hacerlo", aseguró el actor.
Recordó una escena en la que corre y tenía que hacerlo de una forma perfecta para que coincida con los efectos especiales. "Lo bueno de ser un actor desconocido es que nadie tenía un preconcepto sobre mi, nadie que vio esta película en la pantalla grande había visto esas las otras de bajo presupuesto y entonces al verme se preguntaban quién diablos es este tipo Robert Patrick".
Consultado sobre cómo se dio el reemplazo de Billy Idol, quien fue el primer elegido para personificar al T1000, Robert recordó: "él tuvo un accidente con su moto Harley Davidson y se rompió la pierna, entonces no estaba capacitado físicamente para hacer lo que el rol demandaba", y hasta se animó a bromear con ese destino que lo favoreció "por eso amo tanto a las Harley Davidson".
Sobre si pudo conocer a Billy Idol, reveló "lo conocí en una fiesta de Timothy Lager, un psicólogo, y otras personas que creian que el LCD era la mejor forma de conocer a Dios", y allí al verlo el ídolo punk le dijo "´Oye yo era un T-1000 antes que tu lo hicieras¨, y le respondíó, "sí lo sé, muchas gracias, que mala suerte pero ese fue mi éxito".
Sobre verse representado en muñecos de colección confesó, "es algo que te vuela la cabeza", y reveló, "no sé si soy vanidoso o no, pero tengo una gran colección de esas figuras de acción que guardé para mis hijos y nietos".
Sobre el casting que lo llevó a Terminator 2: el juicio final, recordó que fue su mirada lo que convenció James Cameron de darle el papel y que para elló recurrió a idea de la naturaleza inspirándose en algunos animales como los felinos o un águila. Sobre sus diferencias con el T-800 dejó una clara imágen: "él era un tanque y el T-1000 un Porsch".
La relación con Arnold Schwarzeneger fuera del set fue genial, aunque recordó que se quedaba solo para poder concentrarse en su papel y que entraba y salía del set, casi sin contacto. Sobre de sus escenas de lucha con Arnold, recordó que el era realmente gigante y fuerte, que su imagen daba miedo.
"Un día Arnold no estaba tan de acuerdo con una escena y le propuso a Cameron tomar al T-1000 sobre su cabeza y lanzarlo, a lo que el director le respondió, "no, no hagas eso Arnold, el T-1000 es más denso que tu y no podrías levantarlo". Luego de eso recordó: "lo tiré contra una pared y me di cuenta que le estaba pegando con todas mis fuerzas".
El actor recordó su paso por otra recordada serie, Expedientes secretos X, y en refencia a incorporarse a un producto qye ya estaba instalado reveló que no le generó dudas: "estaba por nacer mi hijo y necesitaba un trabajo que me permitiera quedarme bastante tiempo en Los Angeles". Y agregó "lo único que me preocupaba era que muchos fans de la serie me odiaban por hacer el reemplazo de John, pero en realidad era un personaje nuevo""
Patrick dejó una simpática anécdota sobre su paso por la serie en el papel de John Dogget: "recuerdo que era todo oscuro, los estudios estaban tan oscuros que no se veía nada, tenía que usar una linterna para leer en los pizarrones y te llevabas todo por delante".
Su último trabajo realizado durante la pandemia es la serie el Pacemaker donde asegura que su presonaje: "es un supremasista y también un genio de la ingenieria, malo, muy malo", reveló que le gustaría volver para la segunda temporada.
Durante el final de su presentación el actor le dejó tres consejos a los nuevos artistas: "Estar siempre a tiempo, llegar temprano y mostrar entusiasmo".
"Prepararse, conocer al personaje y saber el diálogo", también.
Y el tercero: "cuando terminen salgan del personaje y guárdenlo en el armario".
