El Concejo Metropolitano de Lima, Perú, declaró la prohibición de manifestaciones públicas que "se tornen violentas y que pongan en riesgo la seguridad y la salud pública" en el centro histórico de Lima, para "preservar los bienes patrimoniales". La capital peruana está catalogada por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Nación y de la Humanidad.
"Estamos prohibiendo que haya todo tipo de marchas, cualquiera que sea. El centro histórico tiene que ser preservado", comentó la concejala Roxana Rocha a Perú 21.
La concejala opinó que el centro Histórico "está viviendo una situación muy crítica" por las protestas y aseguró que se "han destrozado más de 2 millones de soles (unos 520.000 dólares) del mobiliario urbano y del patrimonio cultural de la humanidad".
La decisión emitida protege 10.32 kilómetros cuadrados de Perú, donde se encuentran emblemáticos edificios como Palacio de Gobierno, Palacio Municipal o la Plaza de Armas.
Según el medio local, las manifestaciones dejaron 5.000 metros de áreas verdes pisoteadas, 20 árboles destruidos, 60 papeleras destrozadas y más de 75 postes ornamentales dañados, entre otros daños.
El domingo pasado, los manifestantes volvieron a salir a las calles de Lima para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, las elecciones anticipadas y la realización de consultas sobre una Asamblea constituyente para elaborar una nueva Constitución. También piden justicia para las víctimas de la represión policial, que ya superan las 60 desde que se inició el conflicto en diciembre.
Por el momento, el Congreso fue incapaz de ponerse de acuerdo en la fecha para el adelanto de elecciones.
Boluarte, que vería con buenos ojos acudir a las urnas durante el segundo semestre de 2023, descartó insistentemente presentar su renuncia, pues según sus palabras no ayudaría a resolver la crisis.
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