En medio de la tensión incontenible de una población revolucionada, la policía hizo caso omiso de las protestas en todo el país, y anunció que volverá a controlar el correcto uso del hiyab (el velo que, según la reglamentación musulmana, las mujeres deben llevar puesto para cubrir su cabello y el pecho). Así lo informaban esta mañana de lunes los medios locales.
Las protestas desatadas en todo Irán, tras la muerte de la joven kurda iraní Mahsa Amini, quien se encontraba detenida por no utilizar el velo, superan ya los 100 días.
"La policía comenzó la nueva etapa del programa Nazer-1 ('vigilancia' en persa) en todo el país", informó un alto cargo de la policía de Irán a la agencia Fars News, mientras que el país se encuentra movilizado desde la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, el 16 de septiembre tras su arresto por haber violado el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres. Esto sucede luego de que se anunciara que la Policía de la Moral se había disuelto, de manera que lo esperado era que estos controles se flexibilizaran.
El programa advierte mediante mensaje de texto a las mujeres que son detectadas sin el uso del velo dentro de los automóviles.
"Se detectó la ausencia del uso de velo en su vehículo. Es necesario respetar las normas de la sociedad y no repetir este acto. Si esta acción se repite, serán aplicadas medidas legales y judiciales", dice el mensaje.
Irán acepta apelación de otro manifestante condenado a muerte
Tras la inmensa movilización posterior a la muerte de Amini, la policía de la moral dejó de detener a las mujeres sin velo en las calles para conducirlas a las comisarías.
A principios de diciembre, el fiscal general de Irán declaró que las unidades de la policía de la moral, denominadas Gasht-e Ershad ("patrullas de orientación"), fueron disueltas, informó la agencia de noticias AFP. Sin embargo, los activistas se mostraron escépticos al anuncio, que pareció más una declaración improvisada a una pregunta planteada en una conferencia y no una directiva del Ministerio del Interior.
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Mientras tanto, el Poder Judicial iraní dictó sentencia de muerte para un manifestante de 18 años en Mazandaran, informó la agencia de noticias Harana. Mehdi Mohammadifard, arrestado durante las protestas en Nowshahr, fue acusado de corrupción y guerra.
Además de la pena de muerte, el Tribunal Revolucionario de Sari lo condenó a un total de siete años y medio de prisión por los cargos de "propaganda contra el régimen", "incitar a perturbar la seguridad del país", "insultar a la dirección" y "delitos contra la seguridad del país", informó la agencia de noticias Ansa.
Como en otros casos, al imputado se le negó la posibilidad de ser defendido por un abogado.
Ejecución: gobierno iraní ahorcó a un hombre que formó parte de las protestas por Amini
Por otro lado, los opositores iraníes en el exilio, que claman por la caída del régimen en Teherán, dicen que este año (el 2023) será el de la "victoria" de los manifestantes contra el régimen.
"Al organizarnos, solidarizarnos, 2023 será el año de la victoria para la nación iraní. El año de la libertad y la justicia en Irán", dicen los opositores, incluidas figuras destacadas en los campos de la cultura, los derechos humanos o el mundo del deporte. Publicado simultáneamente en los perfiles de redes sociales, el mensaje pretende mostrar la unidad iraní, dividida en distintas facciones políticas desde la caída del Sha en 1979.
El texto lo firman actrices como Zar Amir Ebrahimi, hija del caído shah Mohammad Reza Pahlavi, o el disidente que se refugió en los Estados Unidos Masih Alinejad. También figuran la premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi y el exfutbolista Hamed Ali Karimi.
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