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Se suicidó una joven que había sido drogada y violada por 7 hombres

Paula Martínez esperaba hacía cinco años que comenzara el juicio contra sus abusadores, quienes además la amenazaban de forma constante. Se ahorcó.

Una vez más la burocracia, la desidia, la negligencia de la Justicia se cargó la vida de una víctima. Paula Martínez tenía 23 años y en el año 2016, a sus 17, denunció que al menos 7 hombres la drogaron y la violaron. Pasó cinco años reiterando su historia, esperando que se hiciera justicia contra los criminales que, además, la amenazaban y se burlaban de ella.

Este domingo 26 de diciembre, luego de varios intentos de suicidio a lo largo del último lustro, su tío la encontró colgada de un ventilador.

Según lo que se preveía, el juicio iba a realizarse finalmente en marzo próximo. Ella no pudo aguantar más.

En diciembre de 2016 la joven denunció ante la Policía que había participado de una fiesta en Lomas de Zamora de la que se fue junto a un grupo de hombres que la llevaron a una vivienda y ahí la drogaron y abusaron.

Según trascendió, Paula Martínez había intentado suicidarse en varias oportunidades y también había presentado alrededor de 30 denuncias por amenazas de muerte por parte de los acusados por el hecho y también de las familias de ellos.

En marzo de 2020, mientras ofrecía una entrevista a Verónica Lozano en un móvil desde el barrio en el que vivía, la joven sufrió amenazas e insultos por parte de conocidos de los abusadores. "Esto es lo que sufro siempre, constantemente. Es inhumano vivir así y yo no entiendo cómo la Justicia sigue sin hacer nada. Está bien, (los acusados) están presos, pero esto también es una injusticia", dijo Paule en ese momento.

"Estaba con mi mamá y mi papá en mi casa, y vino la sobrina de los dueños de la casa de enfrente, con la que jugábamos cuanto éramos chicas. Una semana antes del cumpleaños, ella me pidió trabajo, yo era telemarketer en Ford, y le dije que sí, que me dé su currículum. Me dijo que sí y aprovechó para invitarme a la fiesta de cumpleaños", explicó Martínez años atrás.

"Cuando voy, el primo de ella, uno de los violadores, me dio una bebida que yo creo que ahí estaba la droga. De ahí en adelante empecé a sentirme mal, mareada, se me acerca otro de los violadores, que es el que me habló y me volvió loca toda la noche, y desde ahí recuerdo poco y nada", contó poco después.



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