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"No tenemos que pagarle un peso más al FMI", insistió Norita

Le pidió a las mujeres salir a la calle sin miedo. Pidió ser un millón en contra del pago al Fondo Monetario porque planteó que hay muchos opinando y craneando recetas para saldar la deuda externa pero que la única propuesta seria es no pagar. Además, levantó la bandera en contra del hambre. Norita convirtió un homenaje en una asamblea. Y esto pasó.

"La Madre de todas las batallas", se llama la biografía que escribió Gerardo Szalkowics y, posiblemente, no exista mejor forma de nombrar a Nora Cortiñas, a quien llamamos amorosamente "Norita". Era viernes por la tarde y había llovido todo el día. El clima no ayudaba pero nada importó: ¿cómo alguien le podía fallar a Norita porque simplemente la tarde estaba gris? La Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner recibió a jóvenes adultos que querían estar junto a la madre de todas las batallas. 

En realidad, el evento se llamaba "Homenaje a Norita Cortiñas + Mesa Feminismos para el 99%" y formó parte de la agenda de actividades de "Proyecto Ballena" (ciclo dedicado a la Imaginación Política) pero ella -la homenajeada- rápidamente la decretó "asamblea" y así fue como le llamaremos, también. 

"Ayer estuve con los piqueteros en la Av. 9 de Julio y sentí una gran emoción porque uno ahí se topa -pero bien claro-  con lo que le está pasando a este pueblo. A mí me gustaría que las banderas que levantaron nuestros hijos e hijas ya se pudieran levantar con el orgullo que tenemos en la Argentina, país de resistencia. Y yo me siento orgullosa de todos y todas los que lucharon antes, en el medio de esta vida y ahora porque nadie baja los brazos. Porque toda la gente, además, está en esas concentraciones con la cara orgullosa de estar en la calle luchando", contó Norita, una de las cofundadoras de Madres de Plaza de Mayo que siempre está acompañando las luchas en curso. 

De esta manera, destacó a la Marcha Nacional Piquetera que arrancó en la Quiaca y que terminó con un acampe y concentración frente al Ministerio de Desarrollo Social, conducido por Victoria Tolosa Paz -funcionaria que fue repudiada por sus dichos respecto de que las familias piqueteras hacen un "uso" de sus hijos e hijas porque están ahí en las protestas. La marcha piquetera, que en esta oportunidad sumó a otras orgas como la UTEP, volvió a reclamar el fin del hambre, tema al que Norita le dedicó un párrafo importante en su discurso.

"Me parece que en la Argentina todavía nos falta mucho y lo principal que voy a decir acá es que no queremos que haya más hambre. Argentina no tiene que tener hambre: tenemos agua, tenemos pan, tenemos vacas, animalitos, tenemos de todo para no tener que pedir plata a nadie. Sin embargo estamos enterrados hasta acá", dijo haciendo referencia a la deuda con el FMI que contrajo el gobierno de Mauricio Macri y que el gobierno del Frente de Todos está en constante renegociación para saldarla. 

"Yo escucho por radio todos los días y escucho que todos los comentaristas tienen recetas contra el Fondo. Todos saben que el Fondo nos está hundiendo. Yo tengo una receta única que la voy a tirar acá y después la voy a fogonear: no tenemos que pagar un peso más", instó Norita Cortiñas, quien ya había rechazado el pacto con FMI en varias oportunidades. Pero ahora, en medio de un debate nacional tras el informe de la AGN, la Madre de Plaza de Mayo subrayó que "la pobreza más dura la pasamos las mujeres" y que por eso hay que salir "todos los días a decirle no al pago al FMI". "Salgamos y seamos un millón", proclamó.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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"Tenemos que seguir peleando, no bajar los brazos. No dar el gusto de un día decir 'ya estoy cansada...', ¿vieron que hay una frase... 'mejor dejémoslo a los más jóvenes'? Eso lo dicen los varones, también. No están excluidos. Así que lo que yo propongo desde esta asamblea que tenemos acá, seguir, como yo escuché ahora y tengo amigas que están en las provincias trabajando la tierra, queriendo cambiar el mundo como sea, de a poquito, como si fuera clavar un clavo: un martillo hace fuerza, dos martillos hacen más, y si todas martillamos vamos a salir adelante", planteó la Madre de todas las batallas y el auditorio volvió a estallar en aplausos como en varias oportunidades durante la asamblea.

Después de todo ahí estaba ella, con su pañuelo blanco en la cabeza, el verde en su muñeca izquierda y la sonrisa hermosa que ilumina al mundo. "No hay que tener miedo, hay que salir a la calle, hay que pelearlo. Lo mismo que no hay que tener miedo de no pagar eso que nos quieren hacer pagar. No hay que tener miedo".

Quiénes acompañaron a Norita en la mesa feminista

La periodista Ana Cacopardo fue la encargada de moderar la charla de la cual también participaron unas siete mujeres luchadoras, todas con distintas realidades. 

La primera en presentarse fue Milagros Acosta, de Católicas por el Derecho a Decidir, quien participó de un documental llamado "Amén" en el que jóvenes se entrevistan con el Papa y ella, una santiagueña activista, le entregó un pañuelo verde a él, máxima autoridad de la Iglesia. "El feminismo me ha dado la libertad de vivir con mi fe sin renunciar a mis derechos", enfatizó. 

Luego llegaría el turno de Florencia Argüello, quien es nieta de uno de los impulsores de la causa Ford (gracias a la cual se condenó por delitos de lesa humanidad a civiles que estaban en esa empresa). "Parte de mi historia siempre fue no saberla hasta que mi nono nos contó", recordó emocionada la joven delegada sindical que reconoció admirar a las Madres y Abuelas desde antes de saber que su pasado también fue víctima del terrorismo de Estado.

Alma Fernández fue otra mujer sindicalista que habló durante la jornada. Ella pertenece al colectivo travesti y está trabajando en el INTI gracias al cupo laboral travesti-trans. Durante su exposición remarcó que la expectiva de vida de una persona de su colectivo no llega siquiera a los 40 años y que aún la gran mayoría no tiene más opción la prostitución, que por eso la pandemia también golpeó fuertemente pero que hasta en los peores momentos siempre fueron abrazadas por Norita. "Cuando nos mataban íbamos a llorar a la Plaza los jueves a las 15 horas porque ahí estaba Norita para acompañarnos".

Un poema sobre las mujeres kurdas que esperan matar a la guerra antes de que la guerra las mate a ellas fue parte de la presentación de Liliana Daunes, una poeta y comunicadora quien estuvo presente en todos los Encuentros de las Mujeres y recordó que Norita siempre estuvo allí, también, desde el primer día cuando arrancaron con la organización a mediados de los años 80. 

El último tramo de la noche recibió a la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, Estela Díaz, quien defendió que "los feminismos son resistencia y rebeldía" y celebró, también, que aunque algunos sectores políticos pretendan destruir los ministerios como el que ella dirige hoy también crece una semilla feminista en algunos sectores que están vinculados a la derecha y que por eso en las últimas reuniones se encontraron con mujeres opositoras que prometieron dar batalla para que no ocurra, que en caso de cambiar el mando tras las elecciones presidenciales y provinciales van a pelear para no perder los derechos conquistados. 

La referente de la Poderosa, Claudia Albornoz, relató cómo el narcotráfico está adueñándose de los barrios y los desafíos que deben enfrentar las mujeres que tienen "triple jornada" porque no sólo tienen la jornada laboral y la segunda que es la de cuidados en sus hogares sino que además suman una militancia en los barrios manteniendo comedores y espacios donde las familias se acompañan. Y sobre ese punto, precisamente, adelantó que presentarán unproyecto de ley el 5 de junio para que las cocineras comunitarias tengan un salario digno. 

Finalmente, Deolinda Carrizo habló en representación del Mocase (Movimiento de campesinos de Santiago del Estero) y pidió una "reforma agraria y popular" porque están avanzando contra todo en los campos y subrayó que "te sacan un brazo cuando van contra el monte". Se emocionó al hablar sobre los árboles sagrados de sus pagos y que puertas adentro de su movimiento tuvieron que "tomar conciencia del derecho a la tierra y que sin poner el cuerpo ese derecho no será posible". 



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