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Hasta el New York Times brega por la reducción de la jornada laboral

"Trabajamos demasiado, es hora de cambiarlo", dispara una columna de opinión publicada en el diario más importante de los Estados Unidos, eje del capitalismo.

<p>Manhattan</p> (Daniel Castelo)
Manhattan (Daniel Castelo)

El debate sobre la duración de las jornadas laborales recién comienza en la Argentina y la discusión será larga. En Estados Unidos, centro mismo del capitalismo, en tanto, el tema también empieza a dar vueltas y se instala como una discusión a plantear, mientras en Europa comienzan a realizarse pruebas para dar ese paso que beneficiaría no solo a los trabajadores y trabajadoras sino también a la producción.

Por estas horas, una columna de opinión publicada en el periódico The New York Times dice sin vueltas que "no deberíamos limitarnos a hablar de los parámetros de cómo hacer el trabajo en un mundo pospandémico. Deberíamos insistir en que se trabaje menos".

La periodista estadounidense Bryce Covert, autora del artículo, pone el acento en cómo el trabajo desde casa, a distancia, sin asistir a oficinas, genera "un tenso tira y afloja sobre cuándo y cuánta gente debería comenzar a regresar a la oficina y cuánto poder tienen los empleados sobre esta cuestión".

"Todo el mundo está concentrado en cómo hacer que los trabajos funcionen después de una sacudida tan severa al sistema laboral. Pero la respuesta definitiva no se encontrará en las oficinas híbridas remotas y presenciales, ni siquiera en permitir que los empleados cambien sus horarios. La manera de hacer que el trabajo funcione es reducirlo", dispara.

En el mismo marco, Covert remarca que los y las trabajadoras de EE.UU. incrementaron sus horarios de trabajo al haberse quedado en sus hogares por la pandemia. "Nuestros desplazamientos desaparecían pero no dedicábamos ese tiempo extra a nuestras vidas, sino en nuestras reuniones por Zoom y mensajes", apunta. Y agrega: "La línea entre el trabajo y el hogar se borró y dejamos que el trabajo se impusiera. No es de extrañar que un tercio de los estadounidenses diga que está exhausto por trabajar en casa".

"Antes de la pandemia, casi un tercio de los estadounidenses trabajaban 45 horas o más a la semana, y alrededor de ocho millones trabajaban 60 o más. Mientras que los europeos han reducido sus horas de trabajo en aproximadamente un 30 por ciento durante el último medio siglo, las nuestras han aumentado de manera constante", subraya.

Además, puntualiza que "trabajar demasiado tiempo es malo para nuestra salud, factor asociado no solo con el aumento de peso y mayor consumo de alcohol y tabaco, sino también con mayores tasas de lesiones, enfermedades y muerte".

"Si todo el mundo trabajara menos, sería más fácil repartir el trabajo entre más personas. Si a los profesionales de alto nivel ya no se les exigieran 60 horas semanales, sino 30, eso supondría un trabajo extra para otra persona. Eso permitiría a más personas acceder a puestos con ingresos de clase media", redondea Covert, que señala también que un cambio en los horarios laborales "obligaría a los empresarios con salarios bajos a utilizar plenamente a sus empleados y no tratarlos como piezas intercambiables a las que se puede recurrir o rechazar cuando la demanda lo requiera".

"Tenemos que exigir un tiempo libre que dure más. Tenemos que exigir un tiempo libre que dure más que el sábado y el domingo. Tenemos que reclamar nuestro tiempo de ocio para pasarlo como queramos", finaliza.



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