Si bien poco más de 100 personas fueron rescatadas, se estima que en la embarcación hundida viajaban más de 700 personas, entre ellas decenas de chicos. Hasta el momento, solo pudieron rescatar 78 cuerpos de la vasta zona del Mar Mediterráneo, al sur de Grecia. Para la Cruz Roja, el hecho no tiene precedentes.
"No son accidentes, son asesinatos", es el reclamo que prolifera en redes sociales respecto a la tragedia. Y es que las personas que se subieron al barco pesquero sin ningún tipo de seguridad, buscaban nada menos que desembarcar en un lugar mejor para vivir.
Algunos medios indican que en el barco hundido viajaban al menos 400 personas. No obstante, el portavoz del Gobierno, Ilias Siakantaris, informó que el Ejecutivo recibió información -todavía no verificada- de que la embarcación transportaba a hasta 750 personas. Cientos de ellas podrían estar atrapadas bajo cubierta y ya se habla de la tragedia más grave registrada en aguas griegas.
"Es desgarrador y sencillamente inaceptable que estas personas, que buscaban seguridad y un futuro mejor, hayan muerto en las fronteras de la Unión Europea (UE) en 2023", aseguró en un comunicado el director de operaciones de la FICR, Frido Herinckx.
En tanto, barcos y helicópteros surcaban hoy la enorme zona a cubrir en busca de sobrevivientes. Participan de las operaciones de rescate diez embarcaciones, una fragata de la Armada, un helicóptero y un drone de Frontex de la agencia de fronteras de la Unión Europea.
Los cuerpos rescatados fueron cargados en camiones refrigerantes y trasladados a la zona de Atenas, la capital griega, para su identificación, luego de que la Guardia Costera rebajara la cifra de muertos de 79 a 78 tras un recuento nocturno. El viaje partía de Libia, en el norte de África, a Italia, cargado de migrantes que querían llegar a Europa.
En un país conmocionado por uno de los peores naufragios de los últimos años, la Corte Suprema de Grecia ordenó la apertura de una investigación judicial para conocer las razones de la tragedia y declaró 3 días de luto nacional.
Los sobrevivientes se encuentran actualmente ubicados en una enorme bodega de la sureña ciudad portuaria de Kalamata para su identificación y entrevista con las autoridades griegas, que intentan dar con algún posible traficante de personas.
Una representante del organismo de la ONU para los refugiados los visitó esta mañana y dijo que su situación era desesperante:
"Es realmente espantoso. Están en muy mala situación psicológica", comentó Stella Nanou, del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), a la agencia de noticias AFP.
"Quieren ponerse en contacto con sus familiares para decirles que están bien, y preguntan todo el tiempo por los desaparecidos. Han perdido a muchos amigos y parientes", prosiguió. "Podría tratarse de la peor tragedia marítima de los últimos años en Grecia", afirmó.
"No sabemos lo que hay en bodega (...) pero sabemos que muchos traficantes encierran a la gente para mantener el control", declaró Siakantaris a la cadena de noticias ERT.
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La agencia fronteriza europea Frontex detectó la embarcación en la tarde del martes, pero los pasajeros "rechazaron la ayuda", según un anterior comunicado de las autoridades portuarias griegas.
Según ellas, en el momento del naufragio, ninguna de las personas a bordo tenía chaleco salvavidas.
Los sobrevivientes en su mayoría son de Siria (47), Egipto (43) y Pakistán (12), indicaron los guardacostas.
Una imagen de mala calidad difundida por los guardacostas muestra un pesquero azul claramente en mal estado y cargado de personas amasadas de proa a popa. Incluso en el techo de la cabina había gente.
El motor del barco falló el martes por la noche y el barco naufragó a unos 87 kilómetros de la ciudad de Pilos, en el mar Jónico, que es parte del Mediterráneo, según el vocero Siankataris.
Los cadáveres recuperados fueron trasladados hoy a una morgue a la afueras de Atenas, donde se iban a tomar muestras de ADN y fotografías faciales para el proceso de identificación, dijeron autoridades sanitarias.
Grecia ha conocido numerosas tragedias con embarcaciones, a menudo vetustas y sobrecargadas, pero se trata del naufragio que más víctimas dejó frente a sus costas desde otro el 3 de junio de 2016 en el que murieron o desaparecieron 320 migrantes.
También es el segundo más letal en todo el Mediterráneo en lo que va de 2023, desde que 94 migrantes se ahogaran en febrero pasado cerca de la sureña ciudad italiana de Cuttro al hundirse el barco en el que habían zarpado desde Turquía.
La mayor tragedia de este tipo que se recuerda en el mar Mediterráneo tuvo lugar el 18 de abril de 2015, cuando un barco pesquero a la deriva y desbordado de migrantes chocó con un buque de carga que venía a su rescate cerca de las costas de Libia.
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Solo sobrevivieron 28 personas, y expertos forenses concluyeron que en el barco hundido iban unas 1.100.
“Estamos siendo testigos de una de las mayores tragedias en el Mediterráneo", dijo Gianluca Rocco, jefe de la sección griega de la Organización Internacional de las Migraciones, el organismo de migración de la ONU.
"Las cifras anunciadas por las autoridades son devastadoras”, agregó.
La OIM ya ha registrado la muerte de 24.000 migrantes en naufragios en el Mediterráneo desde 2014.