Largas filas de vehículos en las estaciones de servicio para llenar el tanque antes de un nuevo aumentazo de combustible. Sucede que en febrero vence el congelamiento del impuesto a los combustibles vigente desde 2021 y, en el plan de reducir el déficit fiscal al máximo, desde el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) prevén un aumentazo del 25% en los precios de nafta y gasoil.
El incremento que se estima, a partir de este vencimiento, podría suceder a partir de la suba del impuesto al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) que habían sido actualizados en 2021, durante la presidencia de Alberto Fernández.
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En la primera semana de enero, a menos un mes de que asumiera Javier Milei, y en el marco de una política de desregulación casi total de la economía, la nafta aumentó un 27%, y desde fines de diciembre a principios de enero, el litro de súper acumuló incrementos del 90%.
El informe del IARAF remarcó que el valor del gravamen se fijó en $27,6 desde octubre de 2022 y hoy equivale a $227, es decir, un 722% más elevado.
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Mientras tanto, desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina, advirtieron que el consumo de combustible se redujo un 25% en todo el territorio nacional a raíz de los aumentos.
