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Fandom, con "F" de ficción

Mariana Enriquez presentó oficialmente su libro "Porque demasiado no es suficiente. Mi historia de amor con Suede". Reivindica el poder de los fandom y la construcción de ficciones cotidianas que los alimentan.

"En Palma de Mallorca me encontré con friendship bracelets que tenían el nombre de la ciudad". Mariana Enriquez está recién llegada de un viaje que hizo por trabajo. Pasó por varios lugares de Europa y se quedó con esa postal: friendship bracelets cual lobitos de Mar del Plata (que cambian de color según el clima) para traerle de regalo a una tía. Es espectacular: las mostacillas parecen ser algo esencial en estos tiempos y todo gracias al fandom de Taylor Swift. 

Porque la cantante -actual reina de la industria- dice en uno de sus temas "hagamos friendship bracelets" como quien pide "tomémonos de las manos" y fueron sus fans quienes convirtieron esa metáfora en una realidad que trasciende todo tipo de fronteras y culturas.

De hecho, minutos después de contar eso, Mariana Enriquez terminó recibiendo un racimo de nuevas pulseritas de mostacillas. ¿Por qué? Porque -además de escribir historias tan oscuras como fascinantes- ella es una swiftie más y su vínculo con los fandoms parece haberse fortalecido desde el momento en que lanzó "Porque demasiado no es suficiente. Mi historia de amor con Suede", un libro en el que por primera vez habla de su intimidad y que podría tomarse, incluso, como una autobiografía. 

¿Qué es ser fan? ¿Por qué ser periodista musical y mujer fue difícil, incómodo, agotador durante tanto tiempo? ¿Cuál es el lugar que le damos a la ficción en nuestro día a día, en las cosas que hacemos y que nos gustan? 

De eso habla el texto que Enriquez presentó oficialmente este lunes desde el Malba. El evento fue una charla con Juan Manuel Silva Barandica, editor de Montacerdos; fue moderada por Lala Toutonian, también periodista y escritora como Mariana. 

La autora sostiene que esos cincuenta capítulos de los cuales está formado el libro son cincuenta constelaciones. Menciona, incluso, que son "obsesiones organizadas" y que se animó a encarar un proyecto en el que el foco esté puesto en Suede pero que hacerlo con artistas como Nick Cave le parecería mucho en cuanto a complejidad.

Se estaba haciendo de noche en Buenos Aires y una llovizna sorprendía a quienes hacían la cola en la puerta del museo. ¿Alcanzarían las butacas del salón? Spoiler: no. Algunas personas quedaron afuera pero recibieron un póster de regalo y chusmearon algo desde la ventana. No entrar no les iba a quitar la posibilidad de verla a ella. 

Durante el tiempo que estuvo sobre el escenario, sentada en un sillón junto a su editor, Enriquez contó que conoció a "su banda" de la misma manera en que conoció a otras: por MuchMusic, en recorridas por Tower Récords y gracias a revistas importadas que vendían sobre la peatonal porteña más famosa. 

¿Por qué Suede? "Lo que me pasaba con las canciones era que se parecían mucho a mi vida. Eran canciones de 'vivir fuera de Londres', vivir fuera de la gran ciudad y yo vivía en La Plata. Eran canciones sobre vivir de noche", responde. 

Tiene puesto un vestido negro con flores de colores y un par de detalles rosa bebé. Usa unas medias negras con detalles fantasía que parecen ser mini corazones. Está de tacos y con un makeup elegante. Para Mariana el outfit es importante, tan importante que parece ser punto innegociable a la hora de conectar con bandas de rock porque aclara que le gusta el "reviente bien vestido". 

"Hay que verse bien y estar mal", dispara ante una audiencia que la escucha atenta. Y explica por qué no es fan del llamado rock chabón argentino: "En una época del rock argentino era mucho aguante, porro y yo no podía identificarme... vístanse bien, ¿por qué tan así? ¿por qué el pelo así? había una cosa estética muy importante". 

Porque es melómana y también periodista, Mariana hace un análisis de lo musical y lo social. Explica que en la Argentina no hay diferencia entre una hinchada de fútbol y el público de un recital. Sostiene que todo se chaboniza en ese sentido y que le sorprende la capacidad para hacerlo con distintos proyectos musicales. 

¿Y ella? ¿Genera algo de todo eso que analiza? ¿Es una rockstar más? "Yo tengo lectores, no fans", diría en algún momento de la charla Mariana Enriquez. Pero en realidad reconoció que un poco fans son también. Y es que sí: cuando salió al escenario el auditorio se deshizo en aplausos. 

"Necesito de ficciones", confesaría en algún momento de la conversación en el Malba. Y podemos decir que desde este lado necesitamos de sus ficciones, también. Ya sea en novelas, cuentos o ensayos autobiográficos como el que presentó, Enriquez nos regala ficciones que queremos abrazar porque -como bien dice- demasiado no es suficiente.



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