Una mujer de 95 años murió hoy en Australia a una semana de haber recibido la descarga de una pistola Taser por parte de un oficial de policía dentro de una residencia para adultos mayores. Así lo informaron las fuerzas de seguridad de Nueva Gales del Sur, un estado del sureste del país.
Clare Nowland era "muy respetada, muy querida y miembro generoso de su comunidad local, Clare es la matriarca amorosa y amable de la familia Nowland", según la descripción de su familia. En los últimos años sufrió demencia senil y fue internada en la residencia, donde un oficial de policía le quitó la vida. "Murió en paz en el hospital justo después de las 7 de esta noche, rodeada de su familia y sus seres queridos", indicó hoy un comunicado la policía de Nueva Gales del Sur.
Nowland se encontraba hospitalizada en estado crítico tras haber recibido un disparo de la pistola eléctrica Taser el 17 de mayo en un incidente que conmocionó a los australianos.
Unas horas antes de su muerte, un oficial de policía de 33 años fue acusado por causar lesiones corporales graves mediante una pistola Taser, según consignó la agencia de noticias.
El policía, suspendido de sus funciones, deberá presentarse ante la justicia el próximo 5 de julio.
El incidente se produjo en la residencia para adultos mayores Yallambee Lodge cuando personal del lugar llamó a la policía para informar que una mujer estaba "armada con un cuchillo". Los policías indicaron que instaron a Nowland a soltar el cuchillo pero la mujer avanzó hacia ellos "a paso lento" con su andador, momento en el cual un oficial le disparó con la Taser. La abuela pesaba apenas 43 kilos.
Según publicó el diario Sydney Morning Herald, el oficial que redujo a la anciana ya realizó en 2020 una detención ilegal de un hombre que presuntamente estaba drogado, aunque salió indemne.
