La sangrienta jornada de protestas palestinas en Franja de Gaza dejó un saldo que se ubicó como el más salvaje de los ocurridos en esa candente zona de Medio Oriente: 62 muertos (entre ellos al menos un bebé y siete niños) y unos 3.000 heridos. Pero la herida de quienes perdieron a sus seres queridos está lejos de sangrar si se tienen en cuenta las declaraciones de una vocera del gobierno con sede en Jerusalén.
En declaraciones a la televisión irlandesa, la funcionaria Michal Maayan, vocera del Ministerio del Exterior, disparó en relación a la masacre: "No podemos meter tanta gente en la cárcel", escupió ante el micrófono.
"Estamos hablando de cientos de personas que están atacando nuestras defensas", argumentó y, además, sostuvo que el ejército israelí no apuntó a matar a los palestinos sino que se trató de un intento de "disuasión".
"Le puedo asegurar que nuestro ejército no dispara a matar, dispara para disuadirles que se muevan", dijo luego intentando sortear lo desagradable de su afirmación anterior.