Interseccionalidad: el 8M es transfeminista y por qué así debe ser
¿Por qué las mujeres y el colectivo LGBTIQ+ son históricamente aliados y por qué es imprescindible que esto continúe siendo así?
Si leíste la firma dirás: ¿qué hace un chabón diciéndonos a nosotras cómo tiene que ser el 8M? Y soy consciente del ruido que eso podría generar, pero acá estamos. Soy una masculinidad trans que vivió 18 años como mujer, con todo lo que ser reconocide como mujer conlleva. Mi pregunta, a fines de argumentar por qué el colectivo feminista y el LGBTIQ+ son aliados indisolubles, necesariamente es esta: ¿Sabías que el patriarcado atraviesa y afecta a la sociedad toda?
Sin dudas, a diferentes niveles, diferentes modos; opresores y oprimides. De eso no hay dudas, salvo que seas una de esas personas que se aferra al mecanismo choto que perpetúa al patriarcado diciendo "Ay, no existe la desigualdad de género, somos todos iguales", o "Yo no me siento inferior al hombre", o el clásico "Las feministas promueven el odio hacia el hombre". Si no entrás dentro de ese grupo, estarás de acuerdo conmigo. Pero, ¿cómo es posible que el patriarcado nos atraviese a todes?
Por si nunca leíste a una feminista explicándolo con toda claridad, te cuento que el patriarcado es un sistema, y como tal, tiene mecanismos que se reproducen generación tras generación infiltrándose en la educación, las creencias, el ámbito laboral, la cultura, en el hogar, en absolutamente todo. Actúa como el capitalismo, el racismo, y muchos -ismos más. Al crecer absorviendo todo eso como una esponja, nadie termina excento de actitudes y pensamientos machistas, así como —al menos en Occidente— nadie descubrió, que sepamos, cómo vivir fuera del capitalismo.
La persona que se considere 'deconstruida' que tire la primera piedra. ¿Existe la deconstrucción del machismo que hay en nosotres como algo alcanzable, como algo finito? ¿Es como ir sumando puntos hasta ganar o tachando ítems en una lista? Y... probablemente no. Ni siquiera Judith Butler, sospecho, podría jactarse de haber alcanzado la deconstrucción plena y absoluta, de haber encontrado ese estado ideal en que el patriarcado no puede asomarse.
Esa es la enorme dificultad de combatir contra algo que, a veces, parece invisible. Claro, está lo evidente: la violencia de género, la brecha salarial entre hombres y mujeres, el acoso callejero y mil situaciones que merecen el más fuerte repudio. Pero otras veces, el patriarcado nos atraviesa de otro modo: en pensar la relación con nuestras cuerpas, en el intento fallido de disociar nuestros deseos de los mandatos, y hasta en el ejercicio de la exclusión de otros colectivos por sobre el propio.
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¿CÓMO?
El patriarcado se cimenta en las relaciones desiguales de poder, y me parece que ese es el punto central de todo esto. Históricamente, las identidades que no fuesen reconocidas como hombres, o como suficientemente varoniles según los estándares de la época, han sido relegadas y vulnerabilizadas. También, históricamente, el colectivo LGBTIQ+ —sobre todo las travas y las tortas— han acompañado y participado en el movimiento feminista en pos de un beneficio que resultó, a fin de cuentas, para todes; además de principalmente las mujeres. Y esto no es casual: las feministas, asimismo, han acompañado al movimiento queer en la conquista de derechos. Tenemos muchas luchas en común: los varones trans, les no binaries y las tortas que no se identifican como mujeres también tenemos útero y también necesitábamos de la aprobación de la IVE.
A todas las personas con vulva nos perjudica que los estudios se enfoquen generalmente en cuerpos con pene, como en la creación de anticonceptivos. A todas las personas con vulva nos han violentado en la calle, en el hogar, en la escuela, en el trabajo. Pero no solo las personas con vulva sufrimos esa violencia en carne propia, ¿por qué? Porque esto no tiene que ver con haber nacido con un genital en específico.
¿Qué pasa con las travas, con las mujeres trans, con las drags, con las maricas? ¿Qué pasa con les no binaries?
Como dije antes: las identidades que no fuesen reconocidas como hombres, y acá podemos específicar aún más; como hombres cis, han sido relegadas y vulnerabilizadas. Aquellas personas que no pasen como varones terminamos todes del otro lado; peor, mejor, como sea. Estamos juntes en esto, ¿y no te parece mejor? Unir fuerzas y luchar contra el sistema es lo que pasa, pasó y debe seguir pasando para reducir esas violencias, macro y micro, que nos perjudican.
Basta con el transodio y el 'borramiento de las mujeres' que tanto marcan las TERF, un colectivo no puede ir jamás en detrimento del otro. Les no binaries no roban el lugar de las mujeres, ni tampoco las lesbianas, las travas o los varones trans. Y que los varones cis que sean aliados de la causa que también se sumen; de hecho, ellos son un factor muy influyente, a mi parecer. Que los varones todos nos comprometamos a modificar nuestras actitudes y a no reproducir las violencias sobre otres es imprescindible.
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