Incendios en Córdoba; crece desde abajo la organización contra el fuego

A casi dos meses desde que ocurrieron los incendios que pusieron en vilo a la zona de Cabalango y el sur de Punilla, conversamos con Maylén, una de las brigadistas autoconvocadas perteneciente a la brigada Chañares, quien intervino en el hecho que los medios adjudicaron a la preparación de café por parte de un joven. El muchacho de 27 años es el único imputado por los incendios. “Luego del fuego vienen las rutas y los proyectos” repiten al unísono brigadistas de diferentes localidades, denotando que no se trata solamente de un café.

Admite el reporte diario del manejo del fuego (dependiente del Ministerio de Ambiente): "El 95% de los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas. Entre las primeras causas se encuentra el uso del fuego para la preparación de áreas de pastoreo”.

Otro detalle de color es que la provincia de Córdoba ya perdió más del 95% de monte nativo, como indican desde la Universidad Nacional de Córdoba. A esto se suma una sequía sin precedentes potenciada por el calentamiento global; la aceleración de los incendios desde 2020, donde fallecieron dos personas, y una pérdida incalculable de la biodiversidad (no se mide): combo que plantea la urgencia de la situación.

 

Mikhaíl Vera (MV): ¿Cómo viviste el incendio que tuvo lugar en octubre?

Brigadista: Ese incendio comenzó en Cabalango y se extendió al sur de Punilla, alcanzando hogares. También quemó muchísimo bosque nativo; cerca de 400 hectáreas. Al lado de Cuesta Blanca se quemaron 7 hogares en una toma, por lo que no tuvo suficiente trascendencia desde los medios y se ninguneó la ayuda a ese territorio.

En mi caso personal, me encontraba en Cabalango, un poco lejos de los hogares incendiados.

Hay que rescatar que nosotres defendemos el monte nativo, y los bomberos son quienes generalmente cuidan las casas. 

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MV: Tal vez la trascendencia que tuvo este caso se debió a que el fuego llegó a las viviendas. Entiendo que la brigada se dedica a proteger el monte nativo, otres brigadistas vienen señalando que Bomberos se dedica a apagar el fuego cuando llega a los hogares, pero el monte tiene otro acceso, mucho más complejo, que hay que conocer para llegar. Ahí aparecen ustedes... ¿Cómo se organizan para llegar a esas regiones a mitigar o incluso apagar el fuego?

Brigadista: Exactamente. Los bomberos generalmente se dedican a cuidar la infraestructura, viviendas incluidas.

Nosotres hacemos énfasis en cuidar el monte nativo, muchas veces ignorado. 

En cuanto a la brigada Chañares, nació en el 2020, cuando comenzaron los incendios intensos en diferentes puntos de la provincia de Córdoba. Entonces decidimos organizarnos desde la autogestión, de forma autónoma y horizontal.

Para intervenir ante cualquier situación de fuego antes que nada contamos con una red organizada. Estamos equipados para salir a enfrentar el fuego, contamos con un EPP, que es un equipo de protección personal que nos ayuda a cuidarnos de la situación a la que nos vamos a exponer, que es sumamente riesgosa. También nos capacitamos para poder realizar esta tarea. Este equipamiento fue posible gracias a la gente que nos ayudó, a las colectas. Y gracias a la Base Operativa Comunitaria (BOC), la red de brigadas contra el fuego.

Nos organizamos de la siguiente manera:

cuando se informa que hay fuego, buscamos hacer contacto con alguien que se encuentre en el lugar y nos brinde información clara: luego se dirige una brigada hacia allí, dependiendo la cantidad de cuerpos con que contemos.

Todo esto es posible gracias a las donaciones. No recibimos ninguna ayuda del gobierno. Los gastos de combustible para llegar a los puntos de fuego son posibles gracias a las colectas. Por eso es que agradecemos cualquier donación.

Además, muchas veces nuestra intervención depende de la ayuda que recibimos: para llegar, para comer y tener agua una vez en el territorio. En general nos turnamos, a veces hacemos guardia de ceniza. Puede durar días o, a veces, solo un rato. Pero, generalmente, cuando nos dirigimos a otro territorio a resguardar el monte, suelen ser largos días de trabajo.

 

MV: ¿Cómo apagan el fuego, qué técnicas utilizan? También mencionaste una guardia de cenizas: ¿en qué consiste?

Brigadista: Respecto a las técnicas para apagar el fuego son muy diversas, dependiendo de las circunstancias. Pero hay tres elementos a tener en cuenta a la hora de apagar un incendio: el oxígeno, la temperatura y el combustible (vegetal). El objetivo es reducir cada uno de esos elementos. Eso se logra, para el primer elemento, mediante la sofocación. Hay una técnica para eso: el chicote, una herramienta primordial. 

Se establece, además, una primera línea, que son las personas preparadas para trabajar en el combate directo con el fuego. Se trabaja sobre el fuego, utilizando los chicotes. Luego, otras personas van con mochilas de agua. Así se va generando una línea de trabajo con diferentes herramientas, a las que se suma la zapa, para separar la tierra e impedir que el fuego se siga propagando. El machete, la pala, el pulasqui, derqui, son algunas de las otras herramientas con que trabajamos.

Hasta lograr ese punto de control sobre el fuego, lo que se hace es la guardia de cenizas. Ella consiste en enfriar las zonas donde estuvieron activas las llamas, esto se hace con herramientas de zapa. El objetivo es impedir que se propague el fuego, asegurando que se termine de apagar: aislando el combustible vegetal quemado del que no se quemó. 

Una vez que se hace la guardia de cenizas, prestamos atención a las islas de monte que quedaron; ellas van a ser los semilleros donde van a dirigirse los pájaros, que tienen un rol importante en la regeneración del bosque. Hacemos énfasis en asegurar esas zonas.

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MV: Los medios adjudicaron este incendio específico a la desidia de un muchacho que preparó café. Pero les brigadistas repiten que se debe a otras razones: como la especulación inmobiliaria, la instalación de autopistas: ¿quiénes ganan con el avance del fuego?

Brigadista: En muchas provincias, incluso en otros países, el fuego es utilizado como medio para quitarle valor a los territorios, para cambiar drásticamente el uso del suelo. El fuego avanza, pero nosotres lo interpretamos no solo como un accidente, porque sí, sino que tiene una gran carga de intencionalidad. Casi al mismo tiempo que se realiza un incendio, sigue un proyecto para realizar alguna autovía, alguna inmobiliaria, la ganadería. Esto se ve desde hace años. NO es una idea loca, porque sí, se pueden ver materializados esos proyectos al poco tiempo de los incendios. Entran las máquinas, abren calles, y avanzan sobre los territorios. Es una forma sistematizada, por eso decimos que todo fuego es político: porque luego de esa decisión, se lleva adelante un proyecto.

Así es que quienes ganan con el avance del fuego son los grandes empresarios.

Hay una ley que ordena que el monte que pasó por fuego no se puede tocar, pero la ejecución de esas leyes depende de las provincias y los municipios. Quienes muchas veces están involucrados en negociados ligados a la especulación inmobiliaria. Además, a los fuegos se les suma la deforestación para realizar rutas continentales, para continuar con los negociados del poder.

Por eso nuestra labor es cuidar el monte. Cuidar los parches, como llamamos a los pocos lugares de monte nativo que quedan.

También hacemos énfasis en que el fuego no es el final de todo: el monte vuelve a regenerarse, la naturaleza tiene ese poder. Lo importante es que se le dé el tiempo, como parte de su proceso. Eso también implica hacer guardia en el posfuego, aguardianar (cis) los territorios de nuevas amenazas. Creemos que el bosque nativo siempre vuelve, y que nosotres somos una herramienta para ayudar a que eso suceda.

 

En redes sociales podés seguir a la brigada en:

Instagram: @brigadachanares

ALIAS para colaborar con la brigada: chaniares.brigada

 

Acerca del autor

Mikhaíl Vera es poeta y ensayista, sus estudios hacen foco en los activismos LGBTQ+ y la comunicación ecologista. Edita en Ed. MEFAME.

Contacto: [email protected]