El castigado cine argentino sigue sumando situaciones que lo ponen en riesgo comatoso. En las últimas horas se dio a conocer otra noticia surgida de la fábrica de decisiones perniciosas de parte del gobierno nacional y su delegado en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). El director artístico del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Pablo Conde, renunció tras haberse desempeñado en ese cargo desde 2009. No hay reemplazo a la vista.
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"Tuve el privilegio de ser parte del equipo de programación del Festival de Cine de Mar del Plata desde 2009, cumpliendo el rol de director artistico de sus dos últimas ediciones. Muchas veces me pregunté cuáles serían los motivos de mi partida del festival, cuándo y cómo llegaría ese momento", comenzó diciendo Conde en sus redes sociales.
"El dolor existe y es grande", apuntó el también exprogramador del festival.
En el texto, Conde también afirmó: "Dejo de trabajar para el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, ese Incaa que a lo largo de los años creció -desparejo, perfectible-hasta ser un organismo que además de fomentar el cine argentino pasó a ser su principal difusor con un canal de televisión, una plataforma online, programas para la creación, el pensamiento, el desarrollo, ayuda a festivales, un Gaumont y varias salas coordinadas federalmente; un crecimiento con explicación, aunque hoy de manera conveniente para justificar su feroz reducción- no se detalle".
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Asimismo, el especialista en cine reconoció que al INCAA "sin dudas se le deberian haber hecho varios ajustes quirúrgicos, entendiendo sus potenciales aristas, que hoy también es víctima de no haber sabido explicar sus reales beneficios -ni a la industria ni al público-".
También se quejó de el Instituto de Cine "muchas veces fue tristemente usado como excusa partidaria e ideológica, tanto en el pasado como en el presente".
En tanto, Pablo Conde apuntó también que hoy el INCAA es víctima de "una reducción atolondrada, poco estratégica y antojadiza" a cargo de su interventor, el financista (amigo de Federico Sturzenegger) Carlos Pirovano.
"El INCAA actual se topa con una imposibilidad de gestión real sobre sus propias intenciones, entre ellas la de concretar la inminente edición de su festival insignia. Los inconvenientes abundan, como que haya llevado un semestre reemplazar en su página web un logo que decía 38 por su actualizado 39, que no haya tenido un proceso de Inscripción apropiadamente bilingüe, o que al cerrar el mes de julio no tenga un mínimo equipo de programación propiamente contratado y esté acéfalo en los papeles, carente de autoridades designadas salvo las administrativas, porque el triunfo de lo kafkiano es absoluto, Gregorio Samsa incluido".
"Sé que en un momento en el que no hay plata, lo que se debe hacer es una edición medida, pequeña, de acuerdo a las posibilidades. Pero también sé que, por eso mismo, es necesario escuchar a quienes tienen experiencia, sumarlos para ser inteligentes a la hora de optimizar, ahorrar, concretar logros reales. No hacer todo lo contrario", detalló.
