En medio de un conteo de votos lento, que alarga el suspenso debido a la paridad que surgió de la reciente elección legislativa, el opositor Partido Republicano alcanzó este miércoles, como se estimaba, la mayoría propia en la Cámara de Representantes de Estados Unidos para el período legislativo que comenzará en enero, al asegurarse 218 bancas en el conteo todavía inconcluso de las elecciones de mitad de mandato, lo que dejará un Congreso dividido con un cuerpo para la oposición y otro para los demócratas.
La cadena CNN y proyecciones de otros medios citados por la agencia AFP dieron cuenta de que los republicanos ganaron el control de la Cámara de Representantes, un paso del que desde hace días estaban muy cerca.
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Aún así, la mayoría republicana en la cámara baja será más reducida de lo que el partido esperaba antes de los comicios del martes de la semana pasada. Y en el Senado, de hecho, no consiguió quebrar la mayoría oficialista.
La oposición republicana necesitaba una ganancia neta de solo cinco bancas para arrebatar a los demócratas la Cámara de Representantes, que tiene 435.
Ya ayer la bancada dijo tener 217 plazas y las nuevas proyecciones le dieron la que le faltaba para asegurarse la mayoría.
Los republicanos confiaban en tener una mayoría mucho más abultada para complicar la agenda legislativa del presidente Joe Biden e iniciar investigaciones sobre la gestión del Gobierno, pero una ventaja numérica tan mínima como la que parece que será la definitiva complicaría los planes.
Biden admitió esta noche el cambio de manos de la mayoría en la cámara baja y felicitó a la oposición republicana por el resultado.
“Los estadounidenses quieren que hagamos las cosas por ellos; trabajaré con cualquiera, republicano o demócrata, que esté dispuesto a trabajar conmigo para obtener resultados para la gente”, dijo el mandatario en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
Mientras tanto, el Partido Republicano ya adelantó que promoverá a Kevin McCarthy, actual líder de la por ahora minoría, para que sea el titular del cuerpo, tras imponerse a la opción de Andy Biggs, defendida por la facción más ultraderechista del partido.
Fuentes cercanas a los republicanos citadas por CNN dijeron que la votación se saldó con 188 votos a favor de McCarthy y 31 en contra, muy por encima de la mayoría simple que se necesitaba para nominar a un nuevo candidato a presidir la Cámara de Representantes.
La verdadera prueba para McCarthy será conseguir en enero el voto mayoritario para presidirla, lo que significa que podría ceder a algunas posturas de republicanos descontentos.
Si logra los números, McCarthy sucederá a la demócrata Nancy Pelosi.
Las elecciones se celebraron en un contexto de alta inflación y de descontento con los fuertes aumentos del precio de los alimentos y combustibles, algo en lo que hicieron foco los candidatos republicanos.
Sin embargo, Biden no solo no sufrió el gran voto castigo que se esperaba, sino que incluso realizó la mejor elección de mitad de mandato de un presidente estadounidense en 20 años.