Barbie llegó a los cines empoderada y en la mejor versión posible

El tótem de Margot Robbie en modo muñeca perfecta que, según los primeros minutos de "Barbie", parten en dos la historia de la humanidad tal como aquel monolito indescifrable lo hizo en el inicio de "2001" (Stanley Kubrick, 1968), resignifica para adelante y para atrás la historia de los juguetes y, sobre todo, nos prepara para lo que sigue en el nuevo opus de Greta Gerwig.

La directora de Lady Bird (2017) y Mujercitas (2019) pone los dos pies en el entertainment de Hollywood pero sin renunciar a su perspectiva ideológica y su pulsión por torcer un poco el discurso que la pantalla les ofrece a las masas y correrlo, al menos por un par de horas, al lado del bien.

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Como hicieran con los huesos los primates de Kubrick, las nenas rompen muñecas peponas contra el suelo ante el absolutismo visual de la rubia, que se impone mientras el opus de Strauss “Así habló Zaratustra” entra en escena para saltar de allí al BarbieWorld hecho, derecho y no humano.

El plus, en este punto, lo pone la voz en off de la amazona Helen Mirren, en lo que también puede leerse como un guiño a lo más progresista y pro-derechos del cine industrial.

Sin tapujo alguno a la hora de la sátira y de patear tableros, con la ironía en cada línea del guion firmado por la propia Gerwig en dupla con Noah Baumbach (como hicieron en "Frances Ha" (2012) e "Historia de un matrimonio" (2019)) el film desde el inicio ejerce una inteligente y bien calculada autoparodia.

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Barbie vive su vida de muñeca feliz con música ad hoc hasta que un día descubre que tiene pie plano y que algo anda mal en Barbieland. Quizá por ello llegue a preguntarse lo que marca el quiebre del cuento y que aquí, para evitar ser juzgados de difusores de spoilers, no divulgaremos.

De esa manera es que circulan por la película (producida por Mattel, firma creadora de la legendaria muñeca) humoradas sobre la industria del juguete y del showbusiness en general, DC incluida. Ni siquiera se salva la creadora de la Barbie en cuestión, Ruth Handler.

Los méritos de la película están atados a su realizadora, militante feminista que logra hacer que las dos horas de narrativa sobre la más plástica de las chicas plásticas sean atravesadas por las corrientes feministas de estos años. Corrientes que, además de haber logrado el #MeToo, el #NiUnaMenos y el derecho cuasi universal (al menos en Occidente) al aborto, también, a modo de beneficio colateral, renovaron al cine como pocos movimientos sociales o políticos pudieron hacerlo a lo largo de las épocas.

Entre bromas sobre los distintos modelos de muñeca, sobre la incomodidad que generó el lanzamiento de la Barbie embarazada y su rápido pase a la discontinuidad, la voz de Mirren esboza en el inicio un relato sobre la importancia de la muñeca y las cosas que, solo a modo de hipótesis, el ícono de las jugueterías ayudó a cambiar.

Así es como el relato en off nos dice que gracias a Barbie se resolvieron los planteos del feminismo y la desigualdad entre géneros. “O eso al menos es lo que piensa Barbie”, dice Hellen con su tono más irónico.

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Números musicales que forman parte del marco autoparódico, un universo de plástico montado bajo una línea estética indestructible y una coherencia narrativa que envidiarían numerosos guionistas de Hollywood son la columna vertebral que apuntalan a una Margot Robbie impecable, pletórica de sonrisas perfectas y caminando de forma ajustadísima la frontera entre la muñeca humanizada y la humana plástica con intención de algo más. Lo mismo sucede en el caso del Ken de Ryan Gosling, que quizá entregue aquí su mejor trabajo hasta la fecha.

Otro que pone lo mejor de si (y de taquito) es Will Ferrell en la piel del CEO de Mattel, calculador y amoral, que solo quiere poner a la muñeca en su caja.

El dúo Greta y Noah, mesiánicos de la religión del guion, hasta se permite un ponzoñoso comentario sobre la producción del propio largometraje poniendo en duda que Margot Robbie haya sido la mejor elección para el personaje.

La acidez de esta "Barbie" más atravesada por el psicoanálisis y la posmodernidad que por las normas de las góndolas es por caso, hoy, en esta primera parte del siglo XXI, la mejor película posible con Barbie como protagonista. Y eso es un montón.

Barbie EEUU / UK, 2023. Dirección: Greta Gerwig. Guion Greta Gerwig y Noah Baumbach. Edicion: Nick Houy. Fotografía: Rodrigo Prieto. Diseño de Producción: Sarah Greenwood. Música: Mark Ronson, Andrew Wyatt. Elenco: Margot Robbie, Ryan Gosling, Will Ferrell, Michael Cera.