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Con banderas diversas y esperanzas compartidas, Chile celebra a Boric

Atrás quedó la gestión de Piñeira. La Presidencia de Chile quedó oficialmente en manos de Gabriel Boric, quien recibió el apoyo del pueblo y de sus colegas de la región.

Miles de chilenos y chilenas lo esperaban desde temprano en la tarde la Plaza de la Constitución. Allí, frente al gubernamental Palacio La Moneda. El presidente Gabriel Boric es celebrado por todo un país con distintas banderas pero con un sentimiento de unidad y esperanza como hacía mucho no se sentía en el aire de Chile.

Las banderas chilenas, mapuches, comunistas y de la sureña región de Magallanes dijeron presente entre el vocerío de la multitud que levanta la clásica consigna "el pueblo unido jamás será vencido", y "Boric, querido, el pueblo está contigo". 

La postal se completa con vendedores ambulantes que ofrecen "a luka la foto del presi" y muestran imágenes impresas a toda velocidad con Boric ataviado con la banda presidencial, con que lo invistieron hace escasas horas en Valparaiso.

Tal como relata la cobertura de Télam, una "luka" son 1.000 pesos chilenos, unos 250 pesos argentinos, un precio razonable, que muchos de los asistentes se permitieron gastar. De hecho, Pedro de unos 45 años, con su hijo de la mano, le dijo a la agencia de noticias argentinas que la foto irá en la heladera de la casa, "pero si no cumple con sus promesas la botaremos a la basura", le dijo entre risas mientras a su hijo, mientras le mostraba la foto.

Javiera (65 años) de la comuna capitalina de Estación Central comentó entre lágrimas que "la última vez que vine a La Moneda a ver a un presidente fue con mi padre a ver a Salvador Allende" y explicó mirando a un niño que caminaba a su lado, "por eso traigo a mi nieto, porque tengo esperanzas en este Gobierno".

Los alrededores de La Moneda están cercados desde las 17 horas, dos horas antes de la hora prevista para que el presidente se dirija por primera vez al pueblo en posesión del cargo. Mucha presencia de Carabineros (Policía), mientras una multitud de jóvenes, adultos mayores y familia llegaban con esperanzas a la Plaza de La Constitución.

 

EL ACTO OFICIAL 

El exlíder estudiantil Gabriel Boric asumió como presidente de Chile en una ceremonia colmada de símbolos feministas, de pueblos originarios y contra la dictadura. 

"Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí prometo", dijo Boric, de 36 años, quien acto seguido levantó el puño izquierdo y firmó, tras respirar profundamente, su cargo como máxima autoridad del país.

La imagen fue contundente: todo el plenario lo ovacionaba de pie, el flamante jefe de Estado -visiblemente emocionado- recibió con una sonrisa la banda presidencial y la mítica piocha de O'Higgins -símbolos del traspaso de poder- de manos del presidente del Senado, el socialista Álvaro Elizalde, y del mandatario saliente, el conservador Sebastián Piñera, respectivamente.

Poco después, se hizo la investidura de la primera ministra de Interior del país, Izkia Siches, y a continuación, la del resto de ministros del gabinete, en el que hay 14 mujeres y 10 hombres. Afuera, miles de personas lo esperaban con los brazos abiertos y la ilusión de un cambio de rumbo.

 

EL APOYO DE SUS PARES

El nuevo presidente chileno no solo despierta entusiasmo entre el pueblo sino que cuenta, también, con el apoyo de otros mandatarios de la región. Tal es el caso de Alberto Fernández, quien participó de una recepción que ofreció Boric a los jefes de Estado y de Gobierno.

La recepción se realizó en el Palacio presidencial de Cerro Castillo (Viña del Mar), lugar en el cual se tomó la foto de familia. Allí el jefe de Estado argentino fue recibido en la residencia por el mandatario chileno y su pareja, Irina Karamanos, junto a la flamante ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola.



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