MUNDO | CAMILA | carlos | ceremonia | reino unido

Así fue la coronación de Carlos II, Rey de Inglaterra

Muchas son las diferencias entre su ceremonia (y contexto histórico) y la de su madre, Isabel II. Si bien mantuvieron rituales y lujos, intentaron "actualizarse" usando óleos veganos y en los alrededores tuvieron manifestaciones a las cuales le respondieron con detenciones, por supuesto. Estuvo Lula Da Silva y otros actores políticos.

Su madre tenía 27 años cuando fue coronada. Corría el año 1953 y ella, hasta ese momento, había sido Elizabeth Alexandra Mary. Todo el acontecimiento la tomó por sorpresa porque sucedió tras una muerte inesperada y toda una rosca interna para que otro miembro de la familia real asumiera su lugar. Pero se podría decir que la coronación de la que fue testigo todo el mundo hoy era algo súper asumido y esperado por su hijo durante décadas. Es más, él asumió con más de 70 años y la foto (tanto en lo visual como en lo histórico) tiene menos impacto que la de su antecesora, la Reina Isabel II.

El rey británico Carlos III y su esposa Camila fueron coronados este sábado en la Abadía de Westminster, en medio de una fastuosa ceremonia que no ocurría en el Reino Unido desde hace siete décadas y que no estuvo exenta de protestas, con la detención en las calles de manifestantes antimonárquicos.


El rey, de 74 años, y la reina consorte de 75 llegaron al edificio religioso ubicado en el centro de Londres tras una breve procesión en carroza desde el Palacio de Buckingham. Pese a la persistente lluvia, miles de personas se agolparon a lo largo del recorrido para saludarlos (pero vale aclarar que la fiebre popular por las galas de la realeza ya no es lo que era cuando se coronó a Isabel II, por ejemplo).

Dentro de la Abadía de Westminster, unas 2.300 personas invitadas presenciaron la ceremonia, entre ellos la primera dama estadounidense Jill Biden, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y los reyes Felipe VI y Letizia de España, además de cientos de representantes de la sociedad civil británica.

Ante sus ojos, y los de millones de telespectadores, Carlos III y Camila entraron solemnemente, vestidos con capas ceremoniales, para ser consagrados en la cima de la monarquía británica, ocho meses después de subir al trono tras la muerte de Isabel II.

Aunque el Rey quiso una ceremonia más moderna y sencilla que la de su madre, en un contexto de grave crisis por el elevado costo de vida en sus tierras, la realidad es que no pudo evitar demasiado un pomposo ritual que -en parte- le da razón de ser a las monarquías: utilizaron tres coronas engarzadas de diamantes y piedras preciosas, varios ropajes antiguos bordados con oro que el rey fue vistiendo en distintas fases de la ceremonia, tres cetros y un par de espuelas de oro.

En un guiño a las preocupaciones modernas, el óleo que se usara en la unción fue vegano, aunque consagrado como exige la tradición en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, donde los cristianos creen que fue enterrado Jesús. En la parte considerada más sagrada de la ceremonia, el arzobispo de Canterbury, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra, de la cual el rey es el jefe máximo, ungió las manos, el pecho y la cabeza de Carlos III y de Camila, ocultos de la vista de todos por una pantalla.

La parte central del acto llegó cuando el arzobispo Justin Welby colocó sobre su cabeza la espectacular corona de San Eduardo, que solo se lleva en el momento de la coronación. Sustituyendo el tradicional homenaje de los aristócratas, el religioso invitó a todas las personas, desde donde estén viendo o escuchando, a jurar lealtad al nuevo rey, una primicia histórica que busca la democratización de la ceremonia, pero que provocó fuertes críticas.

¿QUERÉS APOYAR A INFONEWS? >CLICK AQUÍ<



Dejá tu comentario