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Lula Da Silva y Bolsonaro dirimirán la presidencia de Brasil en un balotaje

"Eleição matematicamente definida (Segundo turno)", publicó la Justicia Electoral. Para ganar en primera vuelta se necesitaba el 50% más uno de los votos. Como ninguno de los candidatos alcanzó esa cifra, la Presidencia de Brasil se definirá en un balotaje el 30 de octubre.

Luego de un comienzo del conteo liderado por Jair Bolsonaro y luego un peleado cabeza a cabeza, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva finalmente ganó la primera vuelta de la elección presidencial en Brasil con el 48,37% de los votos y de esa manera, sin haber logrado el 50% más un voto, irá a una segunda vuelta contra el actual mandatario, que cosechó el 43,25% de las voluntades, tal como lo indica el 99,77% de las mesas escrutadas.

Para ganar en primera vuelta se necesitaba el 50% más uno de los votos. Ninguno de los candidatos alcanzó esa cifra, ergo, la Presidencia de Brasil se definirá en un balotaje el 30 de octubre.

El Tribunal Superior Electoral contabilizó sólo los votos válidos para elegir presidente, es decir, no incluyó a los sufragios en blanco o los anulados.

Las pequeñas terceras fuerzas definirán el comicio de fin de mes.

El tercer puesto de la pelea eleccionaria (de la que participó más de una decena de listas) fue para otra candidata de la derecha, Simone Tebet (4,16%), aliada del expresidente interino y uno de los verdugos políticos de Da Silva, Michel Temer. En el cuarto lugar quedó un exministro de Lula, Ciro Gomes (3,05%), desde cuya fuerza el PDT, varios dirigentes ya adelantaron que apoyarían a Lula en un balotaje. Los casi 10 millones de votos que sumaron ambxs candidatxs serán definitorios en la segunda vuelta.

La campaña del Partido de los Trabajadores (PT) cree que hubo un "voto silencioso" a favor del presidente Bolsonaro que no detectaron las encuestas, que le daban a su candidato entre el 50 y 51 % de los votos.

"Se esperaba un voto silencioso hacia el presidente, que debería tener más del 36% de los votos. La campaña fue atípica por eso", dijo a Télam uno de los históricos dirigentes del PT, que habló en condición de anonimato.

El dirigente comentó que la expectativa es que los votos donde el PT debería recuperar terreno, e incluso vencer la primera vuelta, son los de los estados del nordeste, especialmente los más populosos como Pernambuco, Ceará y Bahía.

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Bolsonaro, por su parte, siguió el resultado en el Palacio de Alvorada, residencia oficial de Brasilia, después de haber votado en Río de Janeiro por la mañana.

La jornada, que transcurrió sin mayores incidentes, se caracterizó por la gran afluencia de ciudadanos, en su mayoría ataviados con ropa verde y amarilla o roja, según fueran simpatizantes de Bolsonaro o Lula, que convivieron en paz en las largas filas formadas frente a los colegios.

El exmandatario votó cerca de San Pablo, donde forjó su actividad sindical y política en las décadas de 1970 y 1980 y lideró el mayor movimiento obrero contra la dictadura militar que gobernó el país desde 1964 a 1985.

A unos 430 kilómetros de distancia, el presidente y excapitán del Ejército votó en Río de Janeiro, en una escuela del barrio Villa Militar a la que llegó en una caravana de autos negros, vestido con la camiseta de la selección de fútbol de Brasil.

Más de 156 millones de brasileños estuvieron habilitados para participar de los comicios, en los que se eligieron además los gobernadores de los 27 estados, 21 senadores, 513 diputados federales y más de 1.000 legisladores regionales.

El voto en Brasil es obligatorio para los ciudadanos de entre 18 y 69 años y opcional para los que tienen 16 y 17 y los mayores de 70.

Sea quien sea el ganador, asumirá la Presidencia el 1 de enero de 2023 y con, ella, las riendas del país más grande y más poblado de Sudamérica, así como su mayor economía, la décima del mundo, según el FMI en base al PBI nominal.



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