Muchas ciudades del mundo son grises, verdaderas junglas de cemento, plagadas de smog y contaminación. Sin embargo, otras tantas se destacan por aportar a sus edificios un toque de color que transmite energía y levanta el ánimo de los ciudadanos y turistas que las recorren a diario. Desde La Habana en Cuba, hasta San Juan en Puerto Rico, hasta las europeas Estambul en Turquia y Copenhague en Dinamarca. Conocélas.