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Lollapalooza: Tweenty One Pilots dio un show explosivo

“Calentá que salís”. Ese fue el mensaje que seguramente recibió la banda cuando el batero de Blink 182 se lesionó y debió bajarse de una gira que incluía la segunda noche de Lollapalooza Argentina. ¿Y qué pasó? Tweenty One Pilots salió a la cancha y goleó.

Una de las máximas que todas las bandas tratan de cumplir es que siempre que se salga al escenario sea para divertirse y Twenty One Pilots dio cátedra de como hacerlo en la segunda jornada del Lollapalooza Argentina. El show de la banda se ganó un recuadro especial en todas las crónicas periodísticas porque, si bien fueron llamados a último momento ante la lesión del baterista de Blink 182, la performance que tuvieron fue apabullante.

No podemos negar que los Blink se extrañañron en el lineup porque, de hecho, había varias remeras rockeras con sus diseños pero el dúo estadounidense hizo un amplio y acertado recorrido estilístico que se asentó en el pop, pero con ropajes de hip-hop, electrónica, rock alternativo y hasta algunos atisbos de música disco. Incluso se dieron espacio para el juego e improvisaron uno de los hits de la banda a la cual estaban reemplazando.


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El cantante Tylor Joseph y el baterista Josh Dun mostraron un alto sentido del show, una gran entrega y una sugerente pizca de humor sobre el escenario, cautivadora hasta para el receptor desprevenido.

Desde el ingreso encapuchados en pasamontañas y el abordaje en solitario, con la batería de Dun y eventualmente Joseph al piano, más pistas grabadas-; hasta el viraje hacia la organicidad musical que tomó el concierto cuando ingresó el resto de la banda acompañante, el grupo no perdió en ningún momento el sentido conceptual del show.

"Guns for Hands", "Morph" y "Holding on To You" mostró a los dos integrantes en solitario y a partir de "The Outside", la presencia de la banda le dio otra amplitud musical al recital. No faltaría una especie de guiño al destino, al versionar "All The Small Things", de Blink-182, y la vuelta de tuerca al ya cansador gesto demagógico de aludir al Mundial ganado por la selección argentina.

En este caso fue con el trompetista del grupo interpretando un popurrí que inició con "Muchachos" y enlazó, luego de unas variaciones, con el tango "Mi Buenos Aires Querido". Toda una arenga con espíritu que el día anterior habían explotado artistas internacionales pero que, a criterio del grupo, no había sido suficiente.

Para el tramo final, el dúo eligió irse a lo grande con "Car Radio", "Stressed Out", "Heathens" y "Tree", en medio de llamaradas de fuego y tubos lanzahumo. Todos los fuegos artificiales fueron más que merecidos para est show sin baches y con la energía desbordante que se espera en el cierre de una jornada festivalera.

 


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