El bloque de La Libertad Avanza (LLA), con los claros tejidos del presidente Javier Milei y su hermana Karina, decidió la expulsión de la legisladora Lourdes Arrieta. Con esta medida, la bancada libertaria perderá un escaño y se quedará con 37 miembros, igualando el número de diputados del PRO.
Arrieta se encontró en una situación complicada luego de denunciar a miembros de su bloque por visitar a represores militares en el penal de Ezeiza. Además, acusó al presidente de la Cámara baja, Martín Menem, de permitir esa visita en un vehículo oficial.
La tensión creció después de una sesión especial en la que el oficialismo sufrió un revés político. Un grupo de diputados libertarios confrontó a Arrieta por exponer las divisiones internas del bloque y mantener la visibilidad del tema que LLA intentaba cerrar. La diputada, enojada y llorando, acusó a Menem de no defenderla y de no asumir responsabilidades. También afirmó que el diputado Beltrán Benedit, organizador del tour a la cárcel de los genocidas, le había tendido una "trampa".
El descontrolado ataque de Arrieta, registrado en un audio filtrado en redes sociales, intensificó el descontento entre quienes buscaban su expulsión. Menem admitió que la salida de Arrieta estaba “en evaluación”, pero la decisión definitiva fue tomada por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
El testimonio de Arrieta en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, donde responsabilizó a Menem de autorizar el viaje a los represores, fue el punto de quiebre. Menem había indicado que la asignación de vehículos oficiales se realizaba automáticamente a quienes lo solicitaban.
Otra diputada en conflicto es Rocío Bonacci, quien defendió a Arrieta en los medios y alegó haber sido "engañada" por Benedit. Sin embargo, Bonacci se distanció del conflicto y no enfrenta por el momento una expulsión, salvo que decida alejarse por voluntad propia.