La economía mundial enfrenta en 2022 grandes desafíos, que se avizoran complicados por factores como los conflictos bélicos y las crisis que existen en diferentes rubros.
Para Joao Vale e Azevedo, presidente de Kunst Global, los signos de crisis eran claros desde el año pasado, cuando los gobiernos de todo el mundo aseguraban que 2021 marcaría un renacimiento: “yo tenía mis dudas. Hubiera preferido equivocarme, pero los hechos hacen que mis previsiones para 2022 sigan siendo negativas”.
En ese sentido, se refirió a los diferentes problemas que afectan al panorama económico mundial de 2022, como la guerra en Ucrania, que independientemente del resultado, tendrá un impacto muy negativo en la situación financiera internacional.
“Rusia pagará más por esto y no solo por las sanciones que ya ha recibido. Si sigue por este camino, si persiste en continuar la guerra, creo que está condenada a la bancarrota, lo que a su vez producirá un efecto dominó en el resto de Occidente”, explicó.
Independientemente de ello, Joao Vale afirmó que la guerra en Ucrania supone una mayor inestabilidad de los mercados, una subida de los precios de la energía -que ya está fuera de control- y un nuevo aumento de la inflación, que podría llegar a duplicar los niveles actuales. “El mayor daño lo pagará Europa, que también tendrá que gestionar una ola de refugiados sin precedentes. Digamos que, a nivel general, la guerra arroja gasolina al fuego sobre una situación económica global que era, en sí misma, potencialmente inflamatoria, debido a varios factores”, sentenció.
En ese sentido, el Presidente de Kunst Global -firma de capital riesgo con sedes en Londres, Ginebra y Luxemburgo, que invierte en sectores desde la energía hasta las telecomunicaciones, la moda y hasta el entretenimiento- mencionó entre esos factores de riesgo a la inflación que se vive tanto en Estados Unidos como en muchos estados europeos, y que, incluso, está subestimada.
Un segundo problema es el de la crisis de las materias primas. “Leemos por todos lados que ésta es una situación transitoria, pero estoy convencido que es algo más profundo. Hay una demanda de productos mucho mayor que en el pasado, debido al crecimiento exponencial del comercio electrónico, ciertamente acelerado por la pandemia, pero que habría ocurrido de todos modos”.
Vale e Azevedo, quien es voz autorizada de las finanzas internacionales, aseveró que el problema es que la industria de la distribución, en su conjunto, es incapaz de satisfacer la mayor demanda de mercancías, pues no hay mano de obra, ni camiones, ni barcos. La oferta -afirmó- ya no es capaz de satisfacer la demanda del mercado.
Y un tercer problema y ??quizás el más importante -añadió-, es el del precio de la energía. “Ésta es realmente una cuestión preocupante y no solo para nuestro futuro lejano, sino para nuestro presente”, advirtió.
Lo estamos viendo estos días, apuntó: “las facturas de luz y gas se han disparado, las familias y las empresas no saben cómo hacer frente a las subidas. Los gobiernos europeos prometen soluciones inmediatas, pero se trata de tiritas con las que esperan curar una herida mucho más profunda”, consideró.
Sin embargo, no todo es negro en el panorama. Joao Vale e Azevedo asegura que debido al confinamiento de los últimos dos años, las personas son más conscientes de que son parte de una comunidad y se han vuelto más conscientes del valor de las interacciones y probablemente también de la vida humana. “Somos una comunidad más fuerte. Los retos que nos esperan son muy difíciles, pero estamos mucho mejor preparados para afrontarlos”, concluyó.
