Por Pablo AlbornozMédicos del Garrahan: de esenciales a olvidados
Trabajadores autoconvocados advierten por la falta de respuesta a su pedido de aumento salarial que conlleva renuncias masivas de profesionales y que ponen en jaque el funcionamiento del hospital.
08 de septiembre de 2022 - 00:53
Por Pablo Albornoz
La llegada del Covid en marzo del 2020 a la Argentina sirvió para que se valoren ciertas profesiones que generalmente son infravaloradas en el día a día ante la mirada de la sociedad y quienes estaban en la lista de trabajadores esenciales cobraron una notoriedad muy visible en el inicio de la pandemia.
Uno de esos sectores fue el de los trabajadores y las trabajadoras de la salud: cómo olvidarse cuando religiosamente se realizaba a las 21 un aplauso para que sientan el apoyo de un país en medio de una batalla contra un enemigo invisible y del que poco se sabía. Sus historias, las de sus familias, sus luchas, sus miedos, sus tristezas y sus alegrías eran parte del colectivo imaginario de 44 millones de personas. Se reconocía además, y había un consenso generalizado, que tenían que tener ingresos acordes a la responsabilidad que tiene su labor y hasta se pedía al sector político que por fin les diera el reconocimiento que se merecen.
Las semanas y los meses fueron pasando y cada vez los aplausos eran menos. Al tiempo, ya no se destacaba la tarea de los esenciales y se tornó algo normal el “convivir con el virus”. Esa mirada, que un principio resaltaba la labor de quienes día a día ponían el cuerpo, el alma y hasta dejaron su vida y que merecían tener un mejor sueldo y condiciones laborales fue desapareciendo hasta perderse en el olvido.
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En septiembre de 2022, son los trabajadores autoconvocados de “Garrahan de Pie” quienes ponen en alerta la situación del hospital: pasaron de ser esenciales a olvidados. Desde hace semanas vienen advirtiendo que es alarmante la cantidad de renuncias del personal a causa de la sobreexigencia y de los bajos sueldos que perciben.
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En diálogo con Infonews, Verónica, pediatra del hospital Garrahan, señaló: “Históricamente el que trabajaba acá, trabajaba acá, tenía su cabeza puesta acá y no necesitaba un segundo trabajo por temas económicos. La verdad es que lo que vimos en este último tiempo es que todos estamos empezando a buscar otras salidas laborales. Mucha gente ha renunciado, cosa que es algo inaudito porque llegar a trabajar a este lugar con el prestigio y el renombre que tiene era realmente algo que cualquier personal que esté involucrado con la salud tenía como un objetivo recontra querido y valorado”.
En el mismo sentido, señaló: “Los puestos de formación, las becas, los puestos de especialización y demás están quedando vacantes, todo basado en que lo económico obviamente pesa y no nos está alcanzando para poder mantener un nivel de vida y una dedicación exclusiva que es lo que nosotros brindamos”.
La pediatra detalló que el Garrahan es un hospital en donde el modelo de atención es distintivo: “No hay otro hospital público que brinde la atención, los diagnósticos y las terapias que se realizan en este hospital y que tenga personal sumamente capacitado con años de formación para atender las patologías más complejas que llegan desde todo el país”. Al respecto, remarcó que se atienden todo tipo de patologías: oncológicas, cardiovasculares, trasplantes, enfermedades metabólicas. “Se atiende absolutamente todo y es un centro distintivo en Latinoamérica en lo que es la atención pública pediátrica. Este recurso obviamente nosotros pensamos tiene que ser adecuadamente recompensado”, recalcó.
Los trabajadores del Garrahan tienen un régimen de trabajo extendido, trabajan ocho horas por día y además tienen guardias. En su gran mayoría tienen nombramientos por cuarenta y dos horas semanales además de las guardias. Es decir, que su dedicación es completa y por el nivel de complejidad de pacientes que atienden están todo el tiempo conectados en cuanto a la asistencia y también a la formación y a la docencia que se llevan a cabo en el hospital, más allá de si están dentro de su horario laboral o de si se encuentran en sus casas.
“Ya hace varios años los sueldos han sufrido una pérdida muy grande, hace años ya que las paritarias siempre quedan cortas con respecto a la inflación anual, sumándose en estos últimos años el hecho de que nos las efectivizan en cuotas muy muy mini (SIC) que realmente hacen que el impacto de la inflación y del contexto económico vaya en detrimento total del poder adquisitivo que tenemos todos los trabajadores del hospital”, advirtió Verónica.
“Queremos seguir teniendo un hospital de calidad, un hospital de excelencia que le brinde a todas las personas que no pueden acceder a otro sistema de salud la mejor atención que creo que fue algo que distinguió siempre a esta institución y la verdad es que los embates de la economía van muy en detrimento de eso pero nosotros consideramos que somos un recurso crítico que tiene que seguir siendo valorado y remunerado en consecuencia”, señaló.
Para concluir, Verónica sostuvo: “Nos preocupa no sólo el presente sino que también a futuro, que este lugar empiece a desmembrarse y a perder calidad institucional y vaya desapareciendo en el tiempo”.
El hospital Garrahan es un ente autárquico y está financiado en un 80% por la Nación y un 20% por la Ciudad de Buenos Aires. Los trabajadores del Hospital exigen un aumento del 80% en una sola cuota, una mejora de sus condiciones laborales y de atención y la contratación de personal a raíz de las renuncias masivas y la alta demanda que sobrecargan los servicios del hospital.
Hasta el momento, los reclamos no son atendidos por la dirección del hospital y llegaron, en forma de carta, a manos de la ministra Carla Vizzotti, por parte de Nación, y del ministro Fernán Quirós, ministro de Salud porteño.
