"Decime que es verdad", una balada de Louta para escuchar en loop

La vida es imperfecta. Todas las personas deben atravesar sufrimientos e insatisfacciones. No vale ir por la excesiva satisfacción a toda costa ni tampoco mortificarse. Y el camino para encontrar un equilibrio es la sabiduría, ética y meditación. Conocerse, reconocerse, navegar por los elementos que conforman nuestro cuerpo y la conciencia, claro. Ese es el camino que plantea el budismo y es, quizás, una interpretación que podemos hacer de la letra autoreflexiva que nos trae Louta en su último tema.

“Decime que es verdad” no es solo un track en Spotify sino, también, un poderoso video no "acompaña" al tema sino que lo completa. Audio e imagen se necesitan para darle nacimiento a la obra en sí. La frase repetida cual mantra puede tomarse como un diálogo interno, como una reflexión de autoconocimiento.

En una atmósfera inicialmente realista, dos personajes le ponen el cuerpo a una escena simple que puede cargarse de múltiples significados. Pero en un momento Jaime James comienza a elevarse, como en un trance de meditación, y va en fuga hacia las nubes. El elemento de aire y viento, que en el budismo implica movimiento, se hace literal y la cualidad terrenal está representado en las manos de Manuela Roca, quien toma la soga atada a su pierna mientras él canta “que el aire me deje flotando”. Parece un globo, sí, pero es mucho más.

Si en el video de “Quereme” había referencias al cuadro “El dormitorio en Arlés” del pintor Vincent Van Gogh, el video de “Decime que es verdad” tiene un claro guiño al comienzo de “8 ½” del italiano Federico Fellini, una película acorde al tono de su nueva canción. Cuando la música vira hacia una sonoridad de épica cinematográfica, con un sintetizador que le imprime una intensidad mayor, el foco de luz se posa sobre esa figura voladora, el cielo se oscurece y nos preguntamos si estamos ante el vértigo de un ascenso o una caída.

“Decime que es verdad, que no es casualidad, que el tiempo cambie todo el tiempo” pide la voz de Jaime James despojada casi totalmente de instrumentos y adornos en el nuevo single de su proyecto musical y artístico LOUTA. Si algo queda claro con este tercer lanzamiento del año que hace es que cambia todo y demuestra, una vez más, que es precisamente su capacidad para metamorfosearse y permanecer fiel a sí mismo lo que lo vuelve único. El artista sigue en la senda de una apertura permanente a la experimentación con distintos géneros, expresiones artísticas –es compositor, productor, cantante, DJ, performer, artista visual– y otros talentos que lo rodean.

Luego del éxito de “Quereme”, junto a WOS, lanzado hace poco más de un mes, LOUTA vuelve a sorprender con este tema muy distinto, de lo más íntimo que podemos encontrar en su ya amplio repertorio –tiene tres discos de estudio: Louta (2016), Enchastre (2018) y 2030 (2020), además de numerosos singles.

Esta balada minimalista le habla directamente a nuestra sensibilidad con una lírica profunda, cargada de una incertidumbre existencial que puede oírse en una voz que por momentos parece quebrarse. Una interpretación potente que se exacerba con las decisiones detrás de la producción, a cargo de Jaime James junto a Evar.