Un devastador y criminal bombardeo israelí en el sur de la Franja de Gaza dejó al menos 90 personas muertas y más de 300 heridas, según informes del Ministerio de Salud de Gaza. El ataque, dirigido hacia un campo de desplazados en Al Mawasi, cerca de Jan Yunis, generó condenas internacionales y renovadas llamadas a un alto el fuego.
Tragedia humanitaria
Israel afirmó que el objetivo del bombardeo era el líder militar de Hamás, Mohamed Deif, y el comandante local Rafa Salama. Sin embargo, el ataque se llevó a cabo en una zona designada como "segura" por Israel, donde se refugiaban cientos de miles de personas, según organizaciones humanitarias.
Reacciones y condenas internacionales
Países como Egipto calificaron los hechos como "crímenes" injustificables, mientras que la comunidad internacional aumentó la presión sobre Israel para que cese las hostilidades. El director de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) señaló que la idea de zonas seguras es falsa, subrayando que "ningún lugar es seguro" en Gaza.
Testimonios de horror y situación humanitaria crítica
Testigos relatan escenas de horror, describiendo el bombardeo como una "lluvia de misiles" sin advertencia previa. Los hospitales locales fueron desbordados por la llegada de heridos graves, aumentando la presión sobre un sistema de salud ya colapsado por el prolongado conflicto.
Escalada del conflicto y esfuerzos diplomáticos
El bombardeo se enmarca en meses de enfrentamientos entre Israel y Hamás, desencadenados por el secuestro de rehenes israelíes y el posterior ataque masivo en el sur de Israel. A pesar de los esfuerzos de mediación de países como Estados Unidos y Egipto, aún no se ha logrado un alto el fuego duradero.
Llamados a manifestaciones y posiciones políticas
Internamente, en Israel, la presión pública llevó a manifestaciones en Tel Aviv y Jerusalén, pidiendo un acuerdo que garantice la seguridad y la liberación de los rehenes. Mientras tanto, el primer ministro Benjamin Netanyahu, el verdadero terrorista en esta masacre, reafirmó su compromiso de continuar la ofensiva hasta la eliminación de Hamás.