SOCIEDAD | despidos en el estado

A un año del "viernes negro" en La Plata: memorias de una trabajadora

El 8 de enero del año pasado la imágen con la espalda de una trabajadora baleada en una represión en La Plata por la Infantería de la Bonaerense cumpliendo ordenes del intendente de Cambiemos fue repudiada masivamente y Garro recibió un revés.

El 8 de enero del 2016 pasó a la historia como uno de los días más violentos en la ciudad de La Plata:   "Me tiraron por la espalda, las mujeres fuimos las primeras reprimidas", contó Ana María Suárez, la mujer que en su espaldas  cargo con nueve heridas de los disparos de las balas de goma.

Poco afecto al diálogo, el intendente de Cambiemos Julio Garro ordenó al cuerpo de Infantería de la Policía Bonaerense la represión con gases y balas de goma. Con el falso argumento de los ñoquis, Garro creía que tenía carta blanca para hacer a su antojo.

"Yo no soy ñoqui", replicó Ana María a los medios antes de ser hospitalizada. Suárez tiene una antigúedad desde 2007. Primero trabajó en la Dirección de Niñez y Adolescencia, luego pasó a la Dirección de Personal, donde estuvo tres o cuatro años y, por último, trabajó en Mesa General de Entrada como administrativa.

"Estoy toda lastimada por las balas, no estoy robando, no salgo a delinquir, trabajo para darle de comer a mis hijos, el intendente lo único que hace es jugar con el plato de comida de nuestros hijos", contó la empleada que era conocida por los vecinos.

Como ella, otros trabajadores despedidos participaron de la protesta pacífica y recibieron  gases lacrimógenos y balas de goma. Pero, la espalda y las lágrimas de Ana María pasaron lamentablemente a la historia.

Nada se sabe del sumario que abrió el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, para investigar la represión.

Muchos otros empleados cesanteadas injustamente y repremido como Ana María fueron reicorporados. Y se generó la primera movilización importante en La Plata contra los despidos masivos del intendente de Cambiemos. 

El comienzo de un año marcado por despidos

Garro comenzó una etapa de vaciamiento, entre las principales áreas fue la dirección de Políticas de Género del municipio de La Plata un desmantelamiento progresivo a los largo del 2016.  Aún con personal precarizado, temporario y mensualizado.

Uno de los casos paradigmáticos fue el despido de Valentina Pereyra, trabajadora municipal trans que prestaba servicios en un programa para la atención de mujeres en situación de violencia.

Desde esa primera represión del 8 de enero del 2016, la línea de Garro fue en la misma dirección: fortalecer las fuerzas represivas en la ciudad.

Mientras quitó el rango de secretaría al área de Derechos Humanos y Políticas de Género, limitando su ya magra partida presupuestaria, el ejecutivo local aumentó un 96% el presupuesto de seguridad, entras que las áreas sociales: salud, desarrollo social, educación y cultura, etc.



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