Mientras la comida se acumula en galpones y los comedores no reciben nada, mientras las estaciones de GNC están cerradas en todo el país por falta de energía, mientras las tarifas se disparan y el Gobierno insiste en que todo está bien, los trabajadores de la alimentación paraban este miércoles en toda la Argentina.
El secretario General del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) y de la Federación Nacional de los Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA), Héctor Morcillo, remarcó el éxito de la huelga y afirmó que estaban "sorprendidos por el nivel de acatamiento".
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En diálogo con El Destape Radio, el dirigente sindical puntualizó que "el paro es por la negativa empresaria de aceptar nuestras propuestas de que el salario no pierda frente a la inflación ni poder adquisitivo".
"En estos momentos hay stock en la mayoría de las empresas debido a la caída en las ventas", dijo también y agregó que "las alimenticias hicieron grandes aumentos tras la devaluación, remarcaron con dólar a $1.600. Se estabilizó en $1.000 y no bajaron los precios".
En el mismo sentido, denunció aprietes por parte de las empresas contra los trabajadores: "Recibimos permanentes amenazas de despidos pero eso no va a mermar nuestra lucha", disparó.
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Asimismo, se refirió al acopio de comida por parte del Gobierno en galpones donde los alimentos se están venciendo. "Es una barbaridad que el gobierno tenga 5 millones de kilos de comida sin repartir. Nada lo justifica", subrayó.
"Nada justifica que si un argentino tiene hambre no repartan los alimentos", redondeó Héctor Morcillo.
