El ritual de la Bomba de Tiempo es una de las cosas que extrañaban en las noches porteñas. Faltaron los tambores y el baile, la intensidad y alegría. Pero a fuerza de una campaña de vacunación avanzada y los protocolos vigentes, los shows con público regresaron y la buena noticia no se hizo esperar: con el objetivo de celebrar la amistad, vuelve el show de la Bomba a la Ciudad Cultural Konex.
"¡Para celebrar el día del amigx nada mejor que el ritual Bomba! Después de tres meses de silencio, el próximo 24 de julio vuelven a sonar los tambores del grupo de percusión con señas más importante de la región. Reivindicar el encuentro, el baile, las miradas, compartir un mismo cielo, disfrutar del aquí y ahora. Todo eso incluye esta propuesta en tiempos tan ásperos donde, con todos los cuidados del caso, también se hace necesario festejar de algún modo y honrar esa maravilla que es la amistad", menciona el comunicado oficial del grupo. Por supuesto, la primera aclaración fue que se cumplirá con todas las medidas necesarias para que sea un encuentro seguro tanto para el público como para quienes trabajan en el show: "Siguiendo con los protocolos vigentes, que incluye la toma de temperatura a cada unx de lxs asistentes al momento del ingreso al predio y el uso de tapabocas y distanciamiento físico, el evento contempla islas de 2, 4 y 6 personas distribuidas en el gran patio descubierto de Ciudad Cultural Konex".
¿De dónde nace el ritual? Simple: desde hace 15 años, La Bomba de Tiempo se ha presentado todos los lunes -excepto en momentos de estricta cuarentena- en Ciudad Cultural Konex, Buenos Aires, Argentina. El famoso "Lunes Bomba" revolucionó el circuito cultural porteño, convirtiéndose en el evento más convocante y en una cita obligada tanto para el público local como turistas.
Quienes fueron a sus encuentros lo saben perfectamente: la Bomba de Tiempo es un grupo de percusión que practica la improvisación a partir de un sistema de más de 70 señas, con las que un director conduce a los músicos en escena. Es un espectáculo imperdible dado que la composición grupal en tiempo real se retroalimenta con la energía del público, haciendo que cada show sea único e irrepetible. Cuando La Bomba explota, un verdadero ritual de ritmo y baile se apodera de todos. Una experiencia única por la que ya pasaron más de cinco millones de personas en distintas partes del mundo.