Durante esta mañana, se llevó adelante la séptima audiencia del juicio a "la China", una mujer migrante que estuvo presa por casi dos años, debido a una emergencia obstétrica, y acusada de "homicidio agravado por el vínculo", por el que podían llegar a condenarla con prisión perpetua. La fiscal a cargo pidió su absolución, y a las 14 se supo el veredicto: por unanimidad, la declararon absuelta.
La audiencia se realizó en el Tribunal Oral en lo Criminal 30, en Paraguay 1536 (CABA). Lo primero que se supo hacia al mediodía, fue que la fiscal Graciela Gils Carbó había pedido su absolución.
En primer lugar, se realizó la lectura de los alegatos prevista para la fecha. La China estuvo acompañada, desde que se divulgó su situación, por organizaciones feministas, diversidades y de derechos humanos; todas ellas presentes en las afueras del juzgado.
Lectura de alegatos en el juicio a la China, quien tuvo un parto en avalancha
"Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito regional CABA acompañaremos la jornada y convocamos a todas las organizaciones políticas, sociales, de DDHH y feministas a sumarse a la radio abierta que tendrá lugar en la puerta del TOC 30 (Paraguay 1536, CABA) para exigir la absolución de la China.
La China es una mujer migrante, madre de dos hijxs, que está presa hace casi 2 años por una emergencia obstétrica y enfrenta una posible condena a prisión perpetua.
Este es un caso más en donde el sistema de administración de justicia transforma a las emergencias obstétricas, situaciones que son involuntarias y que deben ser tratadas como problemáticas de la salud, en carátulas de un hecho policial.
Por esto nos unimos en un alerta feminista y exigimos la aplicación de la perspectiva de género y salud integral en el juicio", decía la publicación en Instagram de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Hacia las 14.15 de la tarde, las organizaciones dieron a conocer el fallo: la China fue absuelta.
La China fue absuelta. Finalmente, por voto unánime, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nro. 30 dijo lo que decimos hace dos años: la China es inocente.
— CELS (@CELS_Argentina) December 12, 2022
Su caso no es el único en el que la justicia penal criminaliza una emergencia de salud, en base a prejuicios. https://t.co/Z3YgiilrNK
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¿CÓMO?
La historia de la China fue la siguiente: el 15 de diciembre de 2020, la venezolana de 43 años sufrió fuertes dolores de ovarios. Tras una vida plagada de menstruaciones dolorosas y hemorragias con coágulos, no se enteró de que estaba embarazada. No tenía indicios, más que una leve panza que podía confundirse con un aumento de peso. Era época de cuarentena en plenos inicios de pandemia por Covid-19, y los controles de salud que no consituyeran una emergencia, se postergaban indefinidamente.
Cuando se recuperó un poco de los dolores y el mareo, la China juntó las sábanas manchadas de sangre y las deshechó en un contenedor de basura, a metros de su monoambiente en la ciudad de Buenos Aires. Una semana después, fue detenida: un hombre había descubierto los restos de un feto en la basura y dio aviso a la policía.
Libertad para la China: un evento obstétrico no es delito
"La subjetividad de la China está atravesada por condiciones que le impiden notar un estado de gravidez, su cuerpo no toma nota de los embarazos: no le crecen los pechos, no se le nota la panza, menstrua con regularidad. La negación del embarazo tiene una frecuencia de 1 en 475 nacimientos" dice el CELS en una publicación.
"Son modos de criminalizar la capacidad reproductiva de quienes no se ajustan a modelos estereotípicos de maternidad" destaca el texto.
De hecho, un estudio de 2020 del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Centro Universitario San Martín (CUSAM), junto a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, reveló que en el país existen 1532 causas de aborto y 37 posibles eventos obstétricos criminalizados en diecisiete provincias. La enorme mayoría de las mujeres pertenece a sectores sociales vulnerables.
Según lo atestiguaron dos médicos con quienes la mujer había tenido consultas ginecológicas en Venezuela, la China padece dos enfermedades de base que le complican dar cuenta de sus embarazos: síndrome de ovario poliquístico (SOP) y fibromatosis uterina.
Lo que experimentó se conoce como un "parto en avalancha", tras una gestación de 38 semanas. En ese evento, la mujer de 43 años expulsó el feto, la placenta y el cordón umbilical.
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